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Rebrote en Xian arrastra a China a su máximo de casos diarios en 2021 pese a cuarentena

En Xian, donde anunciaron una estricta cuarentena, hay preocupación por la COVID-19. Para evitar escenas de pánico, autoridades afirmaron que hay reservas suficientes de víveres.

Xian es la principal preocupación para el Gobierno de China por el contagio del coronavirus. Foto: EFE
Xian es la principal preocupación para el Gobierno de China por el contagio del coronavirus. Foto: EFE

China marcó este 28 de diciembre, con 182 positivos, su récord de nuevos casos de coronavirus SARS-CoV-2 en lo que va del año, pese a la política de tolerancia cero y duras medidas de prevención que mantiene el país asiático.

Este máximo de contagios se debe al rebrote registrado en las últimas dos semanas en la ciudad central de Xian, que con 810 casos activos —175 detectados en la última jornada— tiene a sus 13 millones de habitantes bajo estricto confinamiento desde el pasado jueves.

Junto a los contagios locales, las autoridades sanitarias de China anunciaron este martes 27 casos importados.

Las autoridades de Xian decretaron un confinamiento que prohíbe abandonar la ciudad sin una PCR negativa y un permiso oficial, suspende la mayoría de líneas de transporte a la ciudad y veta los servicios de taxi en las áreas más urbanizadas, una estrategia que recuerda a la aplicada en Wuhan en los primeros días de la pandemia.

Asimismo, la mayoría de lugares públicos, a excepción de supermercados e instituciones médicas, se hallan cerrados y se han cancelado todos los eventos y actividades tanto en interiores como al aire libre.

Bajo la vigilancia de los comités vecinales, los habitantes de Xian han de permanecer en sus hogares, de los que solo puede salir un integrante cada dos días a hacer las compras indispensables, y trabajar desde casa en la medida de lo posible, explicaron las autoridades.

Para evitar algunas escenas de pánico que se han dado anteriormente en ciudades confinadas o semiconfinadas, las autoridades aseguraron que hay reservas suficientes de víveres como aceite, huevos y verduras, y que sus precios permanecen estables.

Desde que se empezaron a hallar casos positivos en la ciudad, las autoridades aplicaron el protocolo habitual allá donde se detecta algún caso en China: pruebas PCR masivas —ya van cuatro rondas de test a la población— y restricción de salidas y entradas en los vecindarios afectados.

Pese a que en un primer momento se identificó un hotel de cuarentena para pasajeros llegados del extranjero como posible origen del rebrote, no se pudo relacionar contagios más tardíos con el hotel, lo cual indicaba que ya había propagación local.

Ante la magnitud del brote, el Gobierno local ordenó medidas más agresivas como el confinamiento generalizado e incluso la desinfección de las calles.

El pasado domingo comenzaron las tareas de desinfección a gran escala en la ciudad, antes de las cuales se advirtió a los residentes que cerraran las ventanas y retiraran la ropa tendida afuera.

Las imágenes difundidas por los medios chinos muestran a trabajadores ataviados con trajes protectores rociando con líquido desinfectante entradas a edificios oficiales, aceras, el metro e incluso pulverizándolo en el aire.