Mundo

Mujer casi tira a la basura una joya de US$ 2,7 millones creyendo que era una baratija

La mujer de 70 años compró el diamante de 34 quilates en un mercadillo. La joya será subastada el próximo 30 de noviembre por la casa de subastas Featonby en Inglaterra.

La dueña del diamante no podía recordar dónde o cuándo lo compró exactamente. Foto: Subastas Featonby
La dueña del diamante no podía recordar dónde o cuándo lo compró exactamente. Foto: Subastas Featonby

En Inglaterra, una mujer que acostumbra adquirir todo tipo de artículos en mercadillos se llevó la sorpresa de su vida. Ella compró lo que pensaba que era una baratija, pero resultó ser una joya valorada en 2,7 millones de dólares después de que las pruebas revelaran que es un diamante genuino de 34 quilates.

Según recogió el portal de la BBC, la mujer de 70 años limpiaba su vivienda en la región de Northumberland, cuando se encontró con una piedra preciosa del tamaño de una moneda de una libra esterlina (2,3 centímetros).

Posteriormente, tomó el objeto para ser valorado, junto con otros artículos que había comprado en las ventas de maleteros durante varios años.

El subastador Mark Lane señaló que su verdadero valor había sido un “gran impacto”.

Lane, de Featonby’s Auctioneers en North Shields, ubicado en el distrito de North Tyneside, expresó: “La mujer entró con una bolsa de joyas porque pensaba que las traería cuando pasaba porque tenía otra cita en la ciudad. Había estado en una caja junto con su alianza de boda y varios artículos de bisutería de bajo valor”.

“Vimos una piedra bastante grande, más grande que una moneda de una libra, y pensé que era una CZ (circonita cúbica, un diamante sintético similar). Se sentó en mi escritorio durante dos o tres horas hasta que usé una máquina de prueba de diamantes”, añadió.

“Luego lo enviamos a nuestros socios en Londres antes de que fuera certificado por expertos en Amberes, Bélgica, quienes confirmaron que es de 34 quilates”, contó el subastador.

La medida en quilates se vincula con el peso de la piedra, por lo que las piedras más pesadas tienen un quilate y un valor más alto.

Lane indicó que la propietaria de la gema, quien pidió permanecer en el anonimato, no podía recordar dónde o cuándo la compró exactamente.

“Ella siempre visitó las ventas de maleteros de automóviles y compró baratijas, pero ni una sola vez pensó que fuera un diamante real. Nos dijo que había tenido una limpieza y que casi se fue a la basura antes de que su vecino sugiriera traernos sus artículos para que los valoremos”, sostuvo.

“Fuera de la escala”

Lane, quien dirige el negocio durante cinco años después de comprarlo a sus dueños anteriores, agregó que era, por mucho, el artículo de mayor valor con el que había lidiado.

“El color, la claridad, el tamaño (...) para encontrar un diamante de 34 quilates está fuera de escala”, explicó el encargado de la subasta del diamante que se mantiene resguardado en el barrio de joyería Hatton Garden de Londres hasta que salga a subasta el próximo 30 de noviembre.