Video de impacto: las bocas del volcán de La Palma y el delta, vistos desde un dron
El Instituto Geológico y Minero de España difundió la grabación sobre las bocas del volcán de La Palma, en plena erupción desde el 19 de septiembre.
La erupción del volcán de La Palma no cesa y el delta formado por la lava deja imágenes de impacto que han sido registradas esta semana por un dron del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que las publicó en sus plataformas sociales.
La actividad del volcán de La Palma no ha cesado desde que entró en erupción, el 19 de septiembre. Tras dos días de cierta calma, la madrugada del viernes 1 de octubre se abrieron dos nuevas bocas y la colada de lava ha ganado al mar.
La lava expulsada por el volcán ha ganado al mar 367,3 hectáreas, según los últimos cálculos de los satélites. Además, ha eliminado “cualquier vestigio de la zona de Guirres, una zona reconocida y disfrutada por multitud de surfistas”, según la Federación Española de este deporte.
Videos aéreos captados por el IGME y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) mostraban un impresionante río de lava incandescente abriéndose paso sobre un suelo carbonizado.
Desde su entrada en erupción el 19 de septiembre, el Cumbre Vieja ha expulsado “80 millones de metros cúbicos de magma”, indicó el presidente del gobierno regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, en una conferencia de prensa.
Esta cantidad es, según Torres, el doble de lo emitido en 1971 por el vecino volcán de Teneguía, otrora dos veces mayor.
La erupción, que no ha dejado ningún herido ni ningún fallecido, obligó a evacuar a alrededor de 6.000 de los 85.000 habitantes de la isla.
Los daños materiales son, sin embargo, cuantiosos y la lava ha destruido 870 edificios. Unas 246 hectáreas de terreno siguen actualmente recubiertas por la lava, según el sistema de medida geoespacial Copernicus.
Después de haber recorrido seis kilómetros durante los primeros días de la erupción, y haberse casi parado después, el ardiente flujo de lava alcanzó el mar finalmente en la noche del martes al miércoles, generando grandes cantidades de humo y gas tóxico.
Para evitar intoxicaciones, se estableció un perímetro de seguridad de unos 3,5 kilómetros, además de una zona de exclusión marítima de dos millas náuticas. Las autoridades de la isla pidieron a los vecinos de varios barrios que se confinaran en sus casas.
La concentración de dióxido de azufre aumentó en las últimas horas en Tazacorte, el municipio más próximo, adonde la lava llega al Atlántico, mientras las partículas de ceniza iban ganando densidad en toda la zona.
No obstante, la calidad del aire no es preocupante, señaló el director técnico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA), Miguel Ángel Morcuende.
Con información de EFE y AFP.