Profesor boliviano recorre el campo en bicicleta para enseñar a sus alumnos en cuarentena
“Como tengo la bicicleta, he agarrado mi pizarrita y me he lanzado a las casas de mis alumnos”, contó el docente que enseña a estudiantes de bajos recursos.
La crisis por la COVID-19 no amilana al profesor boliviano Wilfredo Negrete, quien recorre el campo montado en su bicicleta y con una pizarra a cuestas. Ello con el objetivo de dictar clases a sus estudiantes de bajos recursos en plena cuarentena.
“Como tengo la bicicleta y salíamos al mercado, he agarrado mi pizarrita y me he lanzado a las casas de los estudiantes”, contó a la AFP el docente de 35 años, cuyo esfuerzo es admirado por miles de personas en las redes sociales.
PUEDES VER: Argentina: niña de 11 años trepa un molino todos los días para mandar su tarea por Internet
El profesor imparte sus clases en la localidad de Aiquile, Bolivia, famosa por el festival del charango y porque hace 22 años fue sacudida por un fuerte temblor que destruyó edificaciones y dejó 124 muertos.
Desde la propagación del coronavirus en Bolivia, las autoridades declararon en marzo la suspensión de las escuelas y recomendaron la educación virtual a través de Internet. Sin embargo, familias rurales no cuentan con esas herramientas, lo que dificulta su aprendizaje en el tiempo que dure el aislamiento.
Wilfredo se desplaza por el campo tres veces por semana para dictar clases a sus alumnos en cuarentena por la COVID-19. Foto: AFP
Por ello, las madres campesinas quechua hablantes elogian la iniciativa del profesor Wilfredo Negrete, quien a bordo de su bicicleta con un remolque transporta su pizarrón por caminos vecinales de tierra.
PUEDES VER: Momento en que Corea del Norte hace explotar oficina de enlace con Corea del Sur [VIDEO]
“Está bien que está enseñando a las wawas (niños, en quechua), dando su tiempito”, sostuvo Ovaldina Porfidio, madre de dos niños en etapa escolar.
El docente aficionado al ciclismo y padre de dos pequeños no solo recorre el campo para dictar clases a sus alumnos de escasos recursos, sino que también ha habilitado un espacio de su casa para recibirlos. Así, cumpliendo el distanciamiento social, les ofrece alcohol en gel antes y después de la lección.
“Las wawas están olvidando”, dice Ovaldina Porfidio por los contenidos escolares. Debido a esto, ella lleva a sus hijos diariamente a casa del maestro caminando al menos dos kilómetros.
El docente enseñando en su casa, donde hace respetar el distanciamiento social y la limpieza. Foto: AFP
Guiado por su vocación, el profesor Negrete no percibe ningún pago adicional por su trabajo. Ha probado con enviar las tareas escolares a través del WhatsApp, pero la mayoría de sus alumnos carece de celulares e internet.
“Tengo 19 estudiantes y de ellos 13 no tienen celulares ni acceso a internet”, dice Negrete, resaltando las limitaciones de los niños y adolescentes campesinos.
Wilfredo no quiere que sus alumnos se olviden de las lecciones y se dirige hasta sus casas para enseñarles. Foto: AFP
El docente de educación primaria, cuyo salario bordea los 500 dólares mensuales, enseña a sus alumnos de su ciclo y a otros niños que desean reforzar lo aprendido para no quedar rezagados.
“Estoy haciéndoles reflexionar sobre la enfermedad. Por ejemplo, sobre la pirámide de los alimentos para enseñarles a reforzar su alimentación y combatir las enfermedades”, finalizó el profesor.