Joven es hallada muerta en cuarto de hotel y asesino se encuentra desaparecido
El hombre que habría matado a su pareja tenía anteriores denuncias por violencia de género.
En la ciudad de Buenos Aires, Argentina, una joven de 27 años identificada como Gisella Fasanella fue encontrada muerta en un cuarto de hotel. El cadáver mostraba signos de haber sido estrangulada. El caso se trata de un feminicidio cometido por parte de quien fuera su pareja en aquel entonces.
El asesino se presume que sería un hombre con anteriores denuncias por violencia de género. Según información de los agentes policiales, el sujeto habría ahorcado con un retazo de tela que encontraron colgado del ventilador de la habitación del hotel R8, cuando acudieron a la escena.
El cadáver de la joven víctima estaba tendido sobre el piso, debajo de la cama y con una sábana negra que la cubría. Fue un personal de limpieza quien encontró el cuerpo de la fallecida víctima.
Y como el crimen perfecto no existe, la policía pudo obtener más pistas del agresor gracias a que este dejó una de sus zapatillas mientras escapaba. Este detalle es una pieza clave, ya que según se conoce, el novio de Fasanella, identificado como Brian Arregui llevaba una tobillera electrónica por orden del Juzgado de Familia.
La medida fue dispuesta luego de que su anterior pareja lo denunciara por violencia de género. Se suma a su historial, una condena por haber violado una orden perimetral en un caso previo.
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De acuerdo al sistema de geolocalización del dispositivo que Brian llevaba, este se retiró la tobillera cuando escapó por una ventana de la habitación. Aún se esperan los resultados de las pruebas de ADN y de las huellas dactilares.
Además, se encontró en la cuenta de Facebook de Brian Arregui, una cantidad de mensajes de amor dedicados a Gisella, en uno de ellos se puede leer: “Gracias por aceptarme como soy y fuerza que esto va a llegar a su fin, amor y va a ser solo un mal sueño. Te amo” a lo que la joven responde. “Creo en ti y en este amor que se ha vuelto indestructible”.
Según declaraciones de testigos, la pareja concurría al menos una vez por semana al hotel donde ocurrió el asesinato, y era la víctima quien pagaba siempre con una tarjeta de débito.
