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Protestas no cesan a pesar del estado de emergencia y toques de queda en Chile

Quince muertos. En Santiago, universitarios exigen a cacerolazos la renuncia de Sebastián Piñera. El Parlamento anuló ayer el incremento de la tarifa del metro. La medida es insuficiente. Analistas y políticos reconocen una crisis profunda, mientras el número de muertos sube a doce. El presidente Piñera anunció reducción de precio de medicamentos y que se reunirá hoy con dirigentes máximos de los partidos políticos.

—Vayan a sus casas.

Un carabinero lanza esta orden a un grupo de mujeres que acaban de llegar a la Comisaría 19 de Providencia, en Santiago de Chile. Ya rige el toque de queda. Hay preocupación de quienes no han logrado llegar a tiempo a casa y piden un salvoconducto.

—Vayan a sus casas y díganles a los militares que nos llamen.

El carabinero ensaya esta salida que suena más bien a mecida. Hay cierto desorden. Un uniformado decide ayudar y otorgar los últimos salvoconductos y otra teniente da una contraorden que incluye mantener retenidos por una hora, al interior de la comisaría, a tres periodistas que también acudimos por el salvoconducto para cubrir en las calles.

Eso ocurrió el domingo al anochecer.

Ayer, lunes, tras culminar el toque de queda, cientos de familias salieron en busca de víveres a los supermercados. Hay incertidumbre. Vehículos de transporte aprovechan para abastecerse de combustible. La Asociación Nacional de Bancos ha suspendido la atención bancaria.

A estas alturas, políticos del oficialismo y la oposición, además de analistas políticos, reconocen que Chile atraviesa una profunda crisis. Por la noche, el presidente Sebastián Piñera saldría a hacer algunos anuncios (ver nota en la Pág. 5).

Crisis en Chile.

Manifestante queman llantas en medio de las protestas en Santiago. Foto: AFP.

Pero antes, al mediodía, el general Javier Iturriaga, jefe de la Defensa Nacional de Chile, se presentó ante los medios para aclarar lo que se consideró una contradicción con respecto a lo declarado por Piñera en la víspera, eso de que “estaban en guerra contra un enemigo poderoso e implacable”, refiriéndose a los grupos que han sumido al país en un estado de emergencia.

“No estoy en guerra”

“Yo soy un hombre feliz, y no estoy en guerra con nadie”, había dicho temprano el general Iturriaga, quien dirige las tropas a cargo de la seguridad durante las noches de toque de queda que han sucedido en ciudades como Santiago, Concepción y Valparaíso.

Asimismo, saludó el hecho de que las turbulencias hayan cesado tras la segunda noche de toque de queda.

Crisis en Chile.

Joven carga una bandera en medio de las protestas. Foto: AFP.

"Estamos muy conformes con lo que hemos visto. Ha sido un despertar lento la ciudad, en calma y paz, lo que nos tiene muy tranquilos y al mismo tiempo muy alerta a inconvenientes que pudieran provocar algunos desadaptados", indicó.

Horas después, enterado del revuelo que generaron sus declaraciones y la posible incomodidad en el presidente, Iturriaga fue menos locuaz y, leyendo, hizo la precisión respectiva.

"No corresponde especular sobre una frase que yo dije en la mañana. Nunca hubo una doble intención a lo que señaló el presidente de la República. Comprendo perfectamente mi cargo y la autoridad máxima que representa el presidente. Seguiremos con un mayor esfuerzo cumpliendo nuestra misión dentro del marco de la ley y con la única intención de recuperar la normalidad de la región lo más pronto posible", dijo el general.

Minutos antes, por tercera jornada consecutiva, Iturriaga decretó toque de queda para toda la región Metropolitana a partir de las 20:00 horas hasta las 06:00 horas de la mañana. Esto, porque según informó se han reportado varios hechos vandálicos durante las últimas horas.

Menos violencia

A lo largo del lunes, medios nacionales de Chile daban cuenta de una situación menos violenta en las protestas, a diferencia del saldo crítico que dejaron las jornadas del fin de semana: incendios, saqueos y doce fallecidos al cierre de este despacho.

La Plaza Italia es, en Santiago de Chile, el epicentro de las manifestaciones. Miles de universitarios volvieron a marchar durante el día para exigir, a cacerolazo limpio, la renuncia del presidente chileno Sebastián Piñera.

Crisis en Chile.

Manifestantes en medio de las protestas en Chile. Foto: AFP.

"La única salida a esta crisis es que se vaya", grita una estudiante de rostro cubierto con un pañuelo que le sirve para evitar la irritación de los ojos por el gas lacrimógeno.

"Fuera Piñera". "Fuera Piraña". "Piñera Q. L.". El mensaje de rechazo es concurrente en las arengas, en los carteles y grafitis, a lo largo de Providencia, una extensa avenida vigilada desde el cielo por un helicóptero de las fuerzas del orden.

Los universitarios improvisan arengas y cantos, tocan tambores y panderetas y hasta el Puente de los Candados se extiende el marcado ritmo del cacerolazo. En medio de una barricada con fogata, surge el sonido de unas trompetas.

El baile de un grupo de jóvenes podría avanzar, de no ser por las bombas lacrimógenas que ahora obligan a correr a los manifestantes.

Hubo detenciones, un camión ‘lanzaagua’. Y gas lacrimógeno. En realidad, lo único que queda luego es una atmósfera a veces irrespirable. Por lo demás, la protesta continúa.

Una banderola: "La mayor violencia es la desigualdad". Otra más, en lengua mapuche: "Kuñe tranapule, mari witrapürayayngün" ("Si uno o una cae, diez se levantarán").

Crisis en Chile.

Carabineros en las protestas de Chile. Foto: AFP.

Sobre la tarde, la misma intendenta de la región metropolitana de Santiago, Karla Rubilar, expresa que las manifestaciones han sido "en su inmensa mayoría pacíficas". Como el del general Iturriaga, este también era un discurso distinto al de Piñera.

Razones para protestar

$hile”. Así, con $. Símbolo del peso chileno. Se trata de un grafiti que puede resumir en una palabra la crisis.

El Parlamento aprobó ayer el texto legal para eliminar el incremento del pasaje del metro. Se trata de un hecho que gatilló este conflicto. Ahora la medida es insuficiente.

Políticos de distintas tiendas así lo reconocen. El senador del Partido Socialista Carlos Montes enfatiza en el canal Meganoticias: “Sabemos que esto no resuelve todos los problemas”. Desde la otra orilla, Manuel José Ossandon, senador por el partido Renovación Nacional, proclama que “la clase política tiene que bajar sus privilegios”.

Ahora todos hablan ya no solo del servicio de transporte. Plantean atender la demanda de unas pensiones dignas. Este sistema no ha cumplido con las expectativas de los chilenos. Se ha dicho que el modelo no es capaz de entregar “pensiones dignas”, y que ha colaborado con la concentración de la riqueza y con la desigualdad del ingreso. En 2016 salieron a protestar a la calle unas 600.000 personas que exigían el fin de las AFP.

También hablan de reducir el costo de los medicamentos. Apuntan que también la élite (léase 'los empresarios') debe hacer concesiones. Y hasta hablan, además, de reducirse los sueldos.

"Quién dicta el derecho", pregunta por su parte el historiador Gabriel Salazar, en un panel online del diario La Tercera. Luego subraya que las tres constituciones no lo hicieron los ciudadanos sino la élite. Y agrega: "El código del trabajo lo hicieron otros, para el beneficio de otros". Los otros son la 'élite'.

Lo que siguió anoche en Santiago fue el inicio del tercer día de toque de queda. De nuevo la incertidumbre por el salvoconducto. Algunos rincones conservan el sonido rebelde del cacerolazo y de los esporádicos enfrentamientos.

Piñera plantea acuerdo social y hoy se reúne con partidos

En una primera declaración de intención y aún resintiendo los ecos de la fuerte declaración emitida el domingo, cuando afirmó que Chile enfrentaba una “guerra”, el mandatario Sebastián Piñera propuso anoche un “acuerdo social” que permita acallar el peor estallido social en varias décadas en el país suramericano.

"Mañana (martes) me reuniré con presidentes de partidos, tanto de gobierno como de oposición, para poder explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social que nos permita a todos unidos acercarnos con rapidez, eficacia y también con responsabilidad hacia mejores soluciones a los problemas que aquejan a los chilenos", afirmó Piñera en un mensaje público.

Indicó que los daños causados en las protestas costarán “cientos de millones de dólares” en reparaciones y que ya se trabaja un plan de reconstrucción, así como para “potenciar la mejora en las pensiones, bajar el precio de medicamentos, reducir las listas de espera en la sanidad pública, mejorar la atención de salud e implementar un seguro contra catástrofes”.