López Obrador militariza sus fronteras para calmar a Trump
México. Se cumple lo que anunciaban los críticos del gobierno mexicano. Ya la Guardia Nacional se ha desplegado, sobre todo en la línea con Guatemala.
EFE, AFP, Agencias
Con el anunciado despliegue de miles de efectivos mexicanos de la Guardia Nacional a la frontera sur con Guatemala y el anuncio del gobernador de Texas, Greg Abbot, del envío de otros mil soldados a la frontera con México, se acerca a la realidad lo que anunciaban los críticos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: que las fronteras del país “se militaricen”.
La prensa local informa que el gobierno federal en realidad ha sellado 23 municipios de la frontera sur del país con 6 mil 300 agentes de la Guardia Nacional para apoyar al Instituto Nacional de Migración (INM) en la contención de los migrantes centroamericanos. Todo ello para evitar las represalias comerciales de Estados Unidos.
El contingente se ha desplegado en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo, colindantes con Guatemala y Belice, lo que es coordinado desde 11 regiones creadas para atender la emergencia migratoria. Según dicho plan de despliegue, unos 3 mil 900 guardias se distribuyeron en las poblaciones de Comitán de Domínguez, Huehuetán, Las Margaritas, Ocosingo, Palenque y Tapachula (Chiapas). En los municipios operan un promedio de 350 elementos por cada localidad fronteriza, en retenes de revisión y operativos en entradas y salidas de cada comunidad.
Chiapas comparte la mayor extensión fronteriza con Guatemala, de donde -junto a Honduras y El Salvador- provienen la mayoría de migrantes a EEUU. Los agentes de la Guardia Nacional, conformada por: Militar (Ejército), Naval (Armada) y Federal, se sumaron a las tareas de vigilancia y de revisión de documentos que realizan agentes del INM. Se suman a elementos federales en la operatividad en las fronteras sur y norte de México.
Ejecución de operativo
También se informó que la Policía Federal, apoyada por las fuerzas militares, desplegó un operativo desde el lunes último para disuadir a los migrantes centroamericanos de cruzar desde la mexicana Ciudad Juárez a la estadounidense El Paso.
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Al menos cinco patrullas con policías y militares cubren la zona entre los puentes internacionales de Zaragoza y Santa Fe, distantes poco más de 20 kilómetros uno del otro.
Ni las autoridades federales ni el Gobierno del estado mexicano de Chihuahua han dado cifras oficiales del operativo.
Esa zona del Río Bravo se había convertido en un espacio recurrente para que los centroamericanos que han llegado desde fines del año pasado a Ciudad Juárez intenten ir a EEUU y ahí entregarse con el fin de iniciar sus trámites de asilo.
Según cifras oficiales, hasta antes del inicio de este operativo de seguridad en la línea fronteriza por esta zona, cruzaban alrededor de 600 migrantes centroamericanos cada día.
Baja ola migratoria al sur
Igualmente, se supo que la creciente presencia de fuerzas de seguridad, en su mayoría Policía Naval, en las laderas del río Suchiate, que separa México de Guatemala, ha conllevado un marcado descenso de los cruces de migrantes indocumentados en este punto fronterizo.
Israel López Ordóñez, originario de Guatemala y balsero de profesión, comentó que desde hace una semana el flujo migratorio cayó, lo que impactó en los bolsillos de quienes trasladan de un lado a otro mercancías, y personas. Reconoció que el costo por el trayecto que cobra a los migrantes indocumentados es de 25 pesos (unos 1,3 dólares), para cruzarlos. “Sí, ha bajado bastante (...) y nada va a ser igual. Hay mucha expectativa”, apuntó. Afirmó que desde que se anunciaron las nuevas políticas migratorias han dejado de verse a haitianos y africanos. En su mayoría, quienes se atreven a cruzar por este punto caliente “son de El Salvador”, destacó.
Y mientras que las fuerzas de seguridad se asientan en la frontera entre México y Guatemala y dificultan el trabajo habitual de los balseros, en todo el estado de Chiapas continúa el lento -y a ratos confuso- despliegue de la Guardia Nacional, el nuevo organismo de seguridad impulsado por López Obrador.
Mientras tanto, esta semana en Chiapas, López Obrador fue recibido por las protestas de salvadoreños, cubanos y haitianos, que le exigían mayor rapidez en atender solicitudes de asilo y permisos de trabajo. Denunciaron que la Comisión de Ayuda a los Refugiados (Comar) tarda unos dos meses en resolver trámites, es decir, “no cumple compromisos ni plazos”.
Allí, AMLO y Nayib Bukele, de El Salvador, pusieron en marcha el Plan de Desarrollo para disminuir la migración. México invertirá 30 millones de dólares, para la siembra de 50 mil hectáreas que generará 20 mil empleos en el país centroamericano.
Suena bien, pero al parecer,hay otras prisas. Según el acuerdo alcanzado el 7 de junio, México tiene 45 días para reducir el flujo migratorio a EEUU. De lo contrario, se deberán considerar otras medidas.
Las cifras
11 cruces oficiales tiene la frontera de México con Guatemala y Belice. 7 de ellos en Chiapas.
1.6 mllns de personas habitan en los municipios fronterizos con Centroamérica.