Peruana en Estados Unidos sube recetas para otros compatriotas que quieren volver a probar la sazón criolla: “Extrañamos la comida"
Por medio de su cuenta de TikTok, Ximena adapta recetas peruanas, donde su comunidad migrante encuentra en su cocina un pedacito de Perú.
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En plena pandemia, Ximena Castillo decidió dejar Perú y mudarse a Estados Unidos junto a su pareja. Hoy, vive en Las Vegas y se dedica a un proyecto que comenzó como una forma de lidiar con la nostalgia: compartir recetas peruanas usando insumos disponibles en el extranjero.
No se trataba solo de la comida, sino de lo que representaba: identidad, familia, memoria. Ese sentimiento la motivó a abrir un canal de TikTok donde enseña paso a paso a preparar platos típicos del Perú, incluso sin sus ingredientes estrella. Su cuenta 'ximecastillobg', que ya supera los 18.500 seguidores, se ha convertido en una referencia para peruanos que viven fuera del país y que quieren seguir conectados con sus raíces a través de la cocina.
Adaptar la cocina criolla con insumos que hay en Estados Unidos: una alternativa a la distancia
Al llegar a Las Vegas, ella no encontró muchos de los ingredientes base de la gastronomía peruana. Sin embargo, no se detuvo. Comenzó a experimentar. Su objetivo: lograr el mismo sabor con otros productos. “Mis recetas son reales para peruanos migrantes. No uso ingredientes imposibles de conseguir. Todo está en Walmart, en la tienda latina o en Amazon”, explica.
Con esfuerzo, ha logrado crear una comunidad sólida en sus plataformas. Muchos de sus seguidores son peruanos en Estados Unidos, Europa y Asia que buscan mantener viva su cultura culinaria. “Nos ayudamos entre todos. A veces alguien pregunta dónde conseguir una marca, y otro responde desde otra ciudad. Hay mucho cariño en los comentarios”, dice.

A pesar de los desafíos, Ximena busca crecer en redes sin perder su esencia familiar. Foto: Composición LR
Gracias a sus videos, varios migrantes han podido reconectar con sabores de infancia: locro, ceviche de pota, lentejitas o adobo de chancho. “Mis recetas son para la vida real. Para quien trabaja todo el día, tiene hijos y solo puede cocinar en la noche. No tienen que ser perfectas, tienen que saber ricas”, enfatiza.
De psicología a la cocina: un cambio que fue decisivo en su trayectoria
Antes de migrar, nuestra compatriota era psicóloga y trabajaba en una oficina en Lima. Pero al llegar a Estados Unidos, tuvo que reinventarse. Al principio, trabajaba jornadas de hasta 12 horas en la cocina de un restaurante, un giro radical frente a su vida profesional en Perú. “Yo lloraba de frustración. Decía: estaría ahorita en Perú sentada trabajando en una oficina haciendo lo que me gusta y para lo que me preparé durante cinco años”.
A pesar de los sacrificios, Castillo encontró sentido en empezar desde cero. El idioma fue una barrera determinante en sus primeros trabajos. “Cuando no hablas inglés, el único trabajo que te toca es limpieza o cocina. Si somos personas realistas, así es”, dice. Hoy, tres años después, su inglés sigue mejorando, y ha comenzado un máster en Estados Unidos, retomando así el rumbo profesional que pensó perdido.
Lejos de considerarlo una derrota, ella describe su migración como una pausa necesaria para tomar impulso, y el mismo proceso lo vivió con sus redes sociales. Ahora, en la espera de su Green Card, quiere mantenerse más positiva que nunca: “Si me preguntas qué le diría a la Xime de hace tres años: que sí se puede. Que algo increíble está para ella”.
¿Qué es lo que viene en un futuro? Ximena nos da un pequeño dato
Hoy, además de seguir subiendo recetas a TikTok, Instagram y YouTube, está enfocada en mudarse a un nuevo lugar con una cocina más grande, donde pueda grabar con mayor comodidad. "La cocina es algo importante, quiero sentirme cómoda y así poder transmitir ese sentimiento en mis vídeos", afirma. Su meta es clara: mejorar su contenido, invertir en equipos profesionales y continuar compartiendo sus recetas caseras sin dejar de ser fiel a su estilo cálido y familiar.

Ximena nos comparte su proceso en la repostería. Foto: Composición LR
Aunque sus videos tienen cada vez más reproducciones y el reconocimiento del público va en aumento, su intención no es vivir exclusivamente de las redes sociales. Xime lo tiene claro: “No quiero cocinar para vender. Quiero cocinar para mí, para mi hogar, para mis hijos. Ya me muero por tener hijos y cocinarles galletas, hacerles alfajores, empanadas”. Para ella, la cocina es un acto de amor y de identidad, no un negocio. Por eso, cada receta que sube es también una forma de homenajear sus raíces y su presente.
En sus planes también está publicar un libro de recetas, aunque por ahora prefiere seguir creciendo en sus plataformas y tener el entorno ideal para hacerlo. “Todo lo que estoy haciendo es porque me gusta, me divierte y me conecta con quienes me siguen”. Con una comunidad de peruanos que la apoya desde distintas partes del mundo, Ximena Castillo continúa cocinando, grabando y soñando, con la misma energía con la que un día decidió dejarlo todo y empezar de nuevo.


















