No más colaboración con ICE: esta ciudad de California ya no albergará a los detenidos por los agentes de inmigración de EEUU
El Ayuntamiento busca reafirmar su estatus como ciudad santuario, garantizando que la policía no participe en operativos de deportación.
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La ciudad de Glendale, en el condado de Los Ángeles, anunció el fin de su contrato con el ICE y el Departamento de Seguridad Nacional, que permitía retener detenidos en su cárcel municipal desde hace casi dos décadas. La decisión, tomada por unanimidad, se produce en un clima de creciente tensión por las políticas de deportación masiva impulsadas por el gobierno federal.
El Ayuntamiento argumentó que el acuerdo, aunque conforme a la ley estatal, se había convertido en un factor de división dentro de la comunidad. Con la cancelación del contrato, Glendale busca fortalecer su compromiso como ciudad santuario y garantizar que la policía local no colabore en tareas migratorias, un principio consagrado en la California Values Act.
Fin de un contrato que permitía alojar detenidos de ICE
Desde 2007, las autoridades de Glendale mantenían un convenio que autorizaba a ICE a alojar temporalmente a inmigrantes en las instalaciones policiales. Durante el primer semestre de 2025, al menos 82 personas pasaron por las celdas municipales, donde permanecieron entre 6 y 12 horas antes de ser trasladadas a centros federales.
El acuerdo preveía la provisión de servicios básicos: cama, alimentación, atención médica, agua y facilidades para la comunicación con abogados y familiares. No obstante, organizaciones defensoras de los derechos civiles cuestionaban la participación de gobiernos locales en operativos que, en la práctica, terminaban alimentando la maquinaria de deportación.
Glendale refuerza su compromiso como ciudad santuario
El Ayuntamiento de Glendale dejó claro que sus agentes no participan en redadas ni operativos migratorios, en concordancia con la California Values Act, que limita el uso de recursos locales para colaborar con agencias federales en materia migratoria. Pese a ello, el convenio con ICE generaba una percepción de complicidad con el aparato federal de deportaciones.
Con la cancelación del contrato, los funcionarios locales buscan restaurar la confianza de la comunidad, en especial de los inmigrantes indocumentados que residen en la ciudad. Si bien se reconoce que esta medida podría dificultar temporalmente el acceso a información sobre personas bajo custodia federal, se prioriza el respeto a los derechos humanos y a las leyes estatales.
Un movimiento que se extiende en otras ciudades de California
La decisión de Glendale se enmarca en un contexto de fuerte rechazo por parte de ciudades y estados demócratas a la estrategia de deportaciones masivas promovida por la administración federal. En las últimas semanas, otras localidades californianas han revisado acuerdos similares y reforzado sus políticas santuario.
El anuncio coincidió con protestas masivas en Los Ángeles contra las redadas migratorias y el despliegue de la Guardia Nacional.