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Tom Hanks: “América está viviendo una epidemia de soledad”

El ganador del Óscar vuelve al cine protagonizando Un vecino gruñón, comedia en la que da vida a un solitario viudo.

Tom Hanks
Tom Hanks

Tom Hanks regresa a la pantalla grande este 12 de enero como protagonista de Un vecino gruñón, película dirigida por Marc Forster y basada en la emotiva novela sueca de Fredrick Backman A man called Ove.

La historia se centra en Otto Anderson, un viudo aislado y gruñón con principios acérrimos, rutinas estrictas y un fusible corto, que hace pasar malos ratos a todos en su vecindario, mientras los vigila como un halcón.

Sin embargo, todo cambia en su amargada vida con la llegada de una nueva familia al vecindario. “Lo que me interesa de este hombre es la batalla que está librando contra la soledad. Ese enfado con quien no hace lo correcto y lo entiendo; yo mismo puedo ser así a veces. Pero si miro más allá, veo el gran drama con el que está lidiando y me rompe el corazón. Él cree que ya ha hecho todo lo que tenía que hacer, no quiere continuar, no le queda ninguna esperanza ni fe en el futuro. Y eso es una manera terrible de vivir”, declaró Tom Hanks sobre su personaje en una reciente entrevista con Fotogramas.

El actor asegura que la cinta cobra un gran sentido tras la pandemia. “América está viviendo una epidemia de soledad, que no es lo mismo que querer estar solo. Para mí estar solo es saludable, todos tenemos momentos de aislarnos y nos sentimos bien así. Pero no estoy hablando de eso, hablo de soledad. Rita (Wilson, su esposa) y yo coincidíamos en que es algo que debía ser abordado en una película. A mí ahora mismo me gustaría ver a un héroe, me da igual si es Luke Skywalker o Iron Man, que forme parte de algo más grande que él mismo, y por eso me gusta esta historia”, agrega el actor quien en esta comedia comparte roles con la actriz mexicana Mariana Treviño en el papel de la vecina latina que llega a ‘alterar’ la vida de este vecino junto a su particular familia.

“Lo he visto cada día prepararse como un actor de teatro antes de salir a escena, repasando sus diálogos, haciendo ejercicios. Nos vimos por primera vez en un restaurante. En cuanto me vio se levantó, me llamó por mi nombre y me abrazó junto a su mujer, Rita Wilson (ambos productores de la película). Yo pensé: en qué manos maravillosas he caído”, relata la comediante mexicana a quien hace poco vimos como protagonista en el remake de la serie ‘100 días para enamorarnos’.

El lujo de elegir

Los inicios de Tom Hanks fueron en los años ochenta y en la comedia, pero su carrera viró sorpresivamente cuando interpretó a un abogado enfermo de sida en la película Philadelphia, papel que le valió su primer Óscar. “Empecé siendo el chico ruidoso de las audiciones, el gracioso. Eso es lo que querían en ese momento y me sentí muy afortunado. Una buena comedia vale su peso en oro y es difícil de hacer. Mucha gente cree que es graciosa y, ¿sabes qué? Que no lo es. Y creen que están haciendo una película divertida y resulta que no.

Pero no elijo un drama sobre una comedia o al revés, porque ambas cosas existen en todas partes. Incluso si haces una película que aborda un tremendo drama va a encerrar alguna dosis de humor, porque la vida funciona así. Puede suceder algo terrible e inmediatamente después ocurrir algo maravilloso. Hay cosas divertidas en Náufrago (2000). Hubo momentos del rodaje en los que dijimos: improvisemos esto un poco. Funcionó y acabó siendo parte de la película”, revela el actor a Fotogramas.

Después de Forest Gump (2001) que le valió su segundo Óscar, Tom Hanks ha ido en escalada en cuanto a sus personajes y películas. Y, por supuesto, reforzando su profesionalismo. “Cada vez que acepto un trabajo analizo los pros y los contras. Cuando me enfrento a una película siento una gran presión. No quiero acabar diciendo: ‘¿por qué demonios hice esto?’. Sino, más bien: ‘creo que lo hice bien’. No quiero embarcarme si no tengo una confianza instintiva en que sé cómo abordar algo. Tengo 66 años, así que ya no puedo hacer de alguien con menos de 60. Pero cualquier personaje que deba envejecer, aprender, llegar a algo, me funciona, porque hay muchas cosas en mi propia vida que puedo incorporar. Hacerse mayor implica haber pasado por todo eso, he recorrido ya muchos territorios”.