Jaime Bayly detalla cómo su esposa ha sobrellevado su bisexualidad. El escritor también contó cómo es Silvia Núñez en la intimidad.,“Silvia, mi amor, el gran amor de mi vida”, así describe Jaime Bayly a Silvia Núñez del Arco, su esposa y madre de su pequeña Zoe. En su reciente columna para Infobae, el escritor reveló cómo es su pareja. Tras contar que Silvia Núñez del Arco se dedica a resolver todos los problemas de su casa, de su hija y las de él, Jaime Bayly se animó a dar detalles de cómo la madre de su hija vio el tema de su bisexualidad. PUEDES VER Jaime Bayly revela que su primera experiencia sexual fue con integrante de su familia Según el autor de “Mañana te cuento”, la también escritora nunca vio cómo un problema su bisexualidad, incluso dijo que a Silvia le gusta su “delicado lado masculino”. “Otro problema que supo resolver con gran inteligencia y sentido práctico fue el de mi bisexualidad. Silvia entendió que, bien mirado, ese no era un problema. No se propuso cambiarme en modo alguno. Le encanta mi sensibilidad femenina. Estimula, alienta, aplaude mi lado gay. Se ríe de mi delicado lado masculino. Deja que ambos fluyan y coexistan libremente, sin represiones”, manifestó Bayly el domingo. Luego dio detalles de su vida íntima. “Hacer el amor con ella es una fiesta divertida e impredecible porque no sabemos cuál de los dos será la parte activa y cuál, la pasiva. Lo vamos descubriendo a medida que los cuerpos hablan el lenguaje silente del amor. Puedo ser un hombre más o menos brioso, o una señora más o menos pudorosa. Ella ama a los dos. Puede incluso que ame más a la señora pudorosa que se agazapa en mí. Por eso nos enamoramos, nos casamos y tuvimos una hija. Porque nos parece que el amor es un juego que puede reinventarse cada noche. Es muy aburrido ser el mismo todo el tiempo”, agregó. A lo largo de su extensa columna de opinión, el escritor que tiene dos hijas más de su anterior compromiso admitió que muchas veces aburre a su esposa con su discurso. “Pero lo que más me gusta de ella es que de pronto estoy hablándole de política tarde en la noche, y estoy completamente poseído por la fiebre política, y me creo un sabelotodo, y siento que estoy diciendo una gran y poderosa verdad, y luego la miro de soslayo y descubro que mi cháchara la ha puesto a dormir. Me enternece mucho ponerla a dormir cuando le hablo de política. Me doy cuenta de que soy un viejo aburrido”. Recordó que muy pocos confiaron en su relación. “¡Cómo se equivocaron los que la subestimaron! Pensaron que era un amor pasajero. Yo sabía que era la mujer de mi vida”. “Solo hay un problema que no parece tener solución, y es que ya no sé vivir sin ella”, finalizó su columna en Infobae.