Diana Foronda: "Ahora mi mayor responsabilidad es sanarme"

Diana Foronda (40), cantante y una de las fundadoras de Área 7, nos contesta por Zoom. “Mi quimio la recibí ayer y eso me trae unos dolores horribles, eso hace que no me pueda mover y que me sienta frustrada, ¿no? Entonces, hay días malos, es como un torbellino”.

A fines de junio de este año, hizo público su diagnóstico: cáncer de útero en estadio 3. Sin embargo, no quiere victimizarse ni ser vista como heroína, pero sí se cuestiona haber dejado su salud en segundo plano. “Yo tenía en mi chip el método del multitasking”, nos dice la también jefa de las campañas de prensa de otros artistas. “Tenía hasta tres 'chambas' a la vez. Ahora ya ese método desapareció; mi mayor responsabilidad es sanarme”.

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Estás inmersa en lo que defines como una batalla, pero es más complejo de lo que pueda pasar a nivel físico, ¿no? 

Sí. Lo hice público, inmediatamente, porque la gente comenzó a especular que yo tenía VIH. Mi tumor mide seis centímetros, ya no se podía realizar la cirugía. Cuando eso empezó pasé a quimio y es cuando todo cambia porque todo se vuelve más pesado, incluso, comer. Tu computadora interior cambia de chip. Los olores, los sabores, o sea, el cansancio, la depresión, ¿no? A eso te lleva, lamentablemente, la quimio. Hoy ha sido un mal día. He dejado de disfrutar muchas cosas y lamento contarte eso, pero es la verdad, estoy siendo bien honesta. Yo estoy llevando tres tratamientos al mismo tiempo: quimio, la radioterapia y recientemente, el muérdago. Entonces, si uno de esos no te lleva a la depresión, no tienes sentimientos.

En medio de ello, estás logrando una convocatoria enorme. Siempre hablaste de lo difícil que ha sido que las mujeres tengan un lugar en la escena local y ahora estás reuniendo a más de 30 bandas. ¿Qué significa eso como artista?

(Sonríe) Yo hasta ahora no lo asimilo. Porque, o sea, tan solo hacer un concierto y que todas las bandas se porten de forma disciplinada, que por fin haya una fecha y decir: “ayúdame, no me cobres tanto”, es difícil. Yo ahora veo el cartel (del sábado) y veo a todas las bandas y me siento realmente muy afortunada y muy agradecida porque ni Daniel F. está cobrando, ninguna banda está cobrando, ni Miki González, ¿no? Ni la más grande ni la más pequeña. Los días en que no estoy mal, obviamente estoy pendiente. Todo es tan confuso porque te juro que mi oncólogo me dice: “No entres a WhatsApp”, “no te llenes de cortisol”, pero me pasan cosas que me llevan a eso porque la vida continúa y la vida está llena de cortisol.

En tus redes sociales estás abordando el tema más allá del drama personal. Has hablado, incluso, del sistema de salud. ¿Qué hubiera pasado si seguías a la espera de una cita?

Tendría metástasis, porque yo estoy en estadio 3. De aquí al final del mes me van a chequear para ver si bajé de estadio, pero si yo me hubiera quedado esperando al sistema de salud, probablemente, claro, yo hubiera entrado en una metástasis porque ya son cuatro meses esperando. Recién (el Hospital) Rebagliati me llamó la semana pasada para decirme que me iban a trasladar a Ricardo Palma a hacer mi radiación cuando mi radiación yo la empecé hace un mes y medio. Entonces, ¿te imaginas esperar tanto tiempo? Y es un poco lo injusto, lo ácido y lo sinvergüenza de esta política, ¿no? No solamente soy yo, son niños o ancianos que están esperando y que te digan, “oye, la máquina se malogró, tienes que hacer cobalto”. Cobalto es un método que ya no se utiliza y es muy, muy peligroso. A los niños que vienen de provincia o personas que vienen de provincia les dicen. “No, ups, la máquina se malogró”. Es una locura.

El cáncer no debería ser una sentencia.

Sí, pero para bien o para mal, la muerte va a pasar por tu cabeza sí o sí cuando estás solo o cuando estás pensando: hace dos semanas entré al hospital con taquicardia y esto es porque la presión sube. Tú puedes morirte así estés en estadio 1, entonces, ese es otro tema también: aprender a bailar con la muerte. ¡Imagínate los que están en estadio 4!

¿Qué ha revelado en ti este proceso? ¿Hay algo que quieres hacer que no hiciste antes?

Sí, hay algo que me ha pasado y es un poco la razón por la que sigo en redes sociales. Ya habiendo creado un pequeño nicho, ahora siento una responsabilidad mayor y más seria porque he visto cosas que no había visto antes, que no había vivido antes. Entonces, sí me veo trabajando con niños, por ejemplo, lo que antes no hubiera pensado. Y trabajando menos, o sea, de repente viviendo un poquito más, que es lo que toda mi familia hace y es lo que todo mi circuito hace, pero yo siempre era la estresada y la ‘todista’.

¿Qué crees que se puede hacer desde tu trinchera?

El papel que tenemos algunas personas con cierta popularidad, así no tengan cáncer, es visibilizar. Puedo hacer ruido y darle su ‘tastás’ al (Hospital) Rebagliati. Cumbia, salsa, metal, lo que sea, deberían un poquito ponerse la camiseta porque que no me esté pasando no significa que no haya otras personas sufriendo. A veces, las redes sociales nos llevan a un punto de satisfacción, donde en verdad nos olvidamos de lo que está pasando en este preciso momento en la vida real.