PERSISTENCIA. Los dueños de las cabinas, como esta ubicada en el centro de Lima, tratan de mantenerse a flote a pesar de la excesiva competencia. DatosLas cabinas de internet son un invento peruano, que inició la Red Científica Peruana (RCP) en 1994. Este modelo de interconectividad fue saludado por personalidades como Kofi Annan, secretario general de la ONU, y por Greg Barret, presidente de Intel. Juan Guibovich señaló que este modelo tiene tanto éxito que ahora cibernautas chilenos quieren apropiarse de la idea. ¿Pasará lo mismo que con el Pisco? Por JOHN PAUCAR.- "Abrir una cabina de internet ya no es negocio si te dedicas a la conectividad pura. Debes diversificarte y realizar escaneos, tipeos, cabinas de teléfono, vender útiles de oficina", se queja Guillermo Raez Vargas, dueño de la cabina ABN del Jirón de la Unión. "En el año 2000 o en 1999, cuando la hora estaba a S/. 3, se podía decir que era un buen negocio. Ahora ya no", repite como si no se le creyera. A la fecha, en Lima muchas cabinas de internet cobran un sol la hora. De acuerdo a los propietarios que entrevistamos, esto ocurre por el aumento de pequeñas empresas dedicadas a brindar este servicio. Es que, según un censo de la Universidad de Lima, hay 5.700 cabinas de internet en la capital. De ellos, 2.200 están en el distrito de Los Olivos. Allí está la mayor concentración de lo que muchos podríamos creer que se trata de un 'boom'. "El negocio se canibalizó. Se tiran al piso, y en algunas horas se cobra hasta un sol para no tener el establecimiento vacío. Muchos dueños de cabinas hasta regalan horas para que sus clientes no se vayan", anota un pequeño empresario que prefiere no dar su nombre, molesto por los pocos ingresos del día. EL CLIENTE TIENE LA RAZÓN Sin embargo, Raez Vargas señala que esta baja de precios tiene que ver también con la economía de los clientes. "El cliente entra y te da lo que puede. Te dice: cuánto me das por S/. 0,50 y acepta lo que le das y utiliza a 15 ó 10 minutos",Yuri Rojas Seminario, presidente de la Asociación Peruana de Empresas de Servicio de Internet (Aspesi), manifestó que muchas cabinas se abren y cierran al poco tiempo debido a que hay mafias que muestran a los inversionistas las cabinas como un "gran negocio". A estos inversionistas se les venden solamente las máquinas, el equipo sin ningún asesoramiento. "Como la conectividad ya no es negocio, termina por cerrar", puntualiza. Rojas Seminario manifestó que un buen precio para la hora de internet sería de S/. 6, mientras que Raez Vargas dice que el precio ideal sería de S/. 3, para hacer más fluido el negocio. Sin embargo, la economia de los clientes es la que manda, reitera. SUBSISTIR Rojas Seminario dice que una cabina da sólo para subsistir, ya que mensualmente un empresario gana alrededor de US$ 300. Pero el empresario Guillermo Raez dice que con una cabina de 10 máquinas se gana diariamente alrededor de S/. 100. Al mes se saca S/. 3.000, lo cual se traduce en US$ 850 mensuales. No obstante, con esta ganancia no se cubre los costos de alquiler, luz, agua, pagar a los empleados, teléfono y speedy. Termina de sacar su cuenta y aún le faltan US$ 30, los cuales, dice, tiene que salir de su bolsillo. Agrega que incluso hay muchos microempresarios que son los únicos empleados de su cabina y se dedican a arreglar las máquinas, asesora, limpieza, 'jalar clientes', etc. INVERSIÓN Para abrir una cabina de internet, con máquinas de segunda mano, se necesitan entre US$ 4.500 a US$ 5 mil, sin contar los programas, mobiliario y alquiler. Con 10 máquinas nuevas, tipo Pentium 4, la inversión se eleva de US$ 7,500 a US$ 8 mil a todo costo, con instalación, cableado, impresora y scaneado. Pero a todo esto se debe tener en cuenta, también, que las máquinas tienen una vida de dos años, luego de este tiempo necesitan ser repotenciadas o remplazadas. Entonces la inversion es mayor. Por su parte, Juan Guibovich Guevara, presidente de la red Perú Mundo Internet, indicó que una de las conclusiones del Encuentro Nacional de Cabineros de Internet, es que más rentable resulta el abrir una cabina con 20 máquinas y diversificar el negocio, y no sólo con 10 equipos. Esto, sin embargo, tendrá que verse en la práctica.