¿Qué implica subir el gasto público al 2028 y cambiar la trayectoria de la regla fiscal?
Se gastará más de lo que hay. Ante los problemas de recaudación de impuestos, el MEF ha solicitado permiso al Congreso para romper el tope que tenía para exceder sus ingresos. El problema es que, si no se cumple la nueva regla, solo quedará endeudar más al país.
Los gobiernos tienen un límite de gasto público (educación, salud, seguridad, transporte, etc), limitado al presupuesto que manejan cada año. Cuando se excede este presupuesto porque no hay suficientes ingresos, o la necesidad lo supera, se considera que existe un "déficit".
Este déficit es aceptado internacionalmente y se le colocan topes de discrecionalidad. Por ejemplo, en Perú el déficit fijado por la Ley 31541 era de 2,4% para 2023, es decir, se podía gastar 2,4% más de lo que se tenía presupuestado para ese año sin que ocurriese ningún problema. Pero se cerró en 2,8%.
Con una regla fiscal rota en 2023 y con un escenario base de ingresos en mínimos históricos para el ejercicio 2024 (la recaudación se hundió 12% el año pasado), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) apostó por solicitar facultades legislativas para cambiar la trayectoria de la Ley 31541 hacia 2028.
MEF pidió al Congreso cambiar la ley para que los límites fijados del déficit fiscal pasaran de 2% a 2,5%. en 2024; de 1,5% a 2,2% en 2025; de 1% a 1,8% en 2026; de 1% a 1,4% en 2027; y que recién converja a 1% en 2028. Más espacio para gastar dinero que no hay.
Pero el Congreso decidió este lunes darle una mano adicional: se definió que el déficit fiscal de este año no debía superar el de 2023, es decir, se podrá romper hasta en 2,8% desde el límite original de 2%, aun cuando el MEF solo había pedido 2,5%.
Además, tampoco se cumpliará, de acuerdo al texto sustitutorio aprobado por el Congreso, con la meta de llegar al 30% del deuda pública (lo que el país se tiene que prestar porque no le alcanza el dinero) del PBI hacia 2030. Ahora, deberá llegar a esa meta recién en 2035.
Déficit fiscal de 2,8% para 2024: ¿Más espacio para endeudarse?
El exministro de Economía, Luis Miguel Castilla, recuerda que el déficit fiscal de Perú, en este momento, llega al 3,9%, según cifras del BCRP. Por tal motivo, encuentra muy complicado que converja a 2,8% al cierre del 2024, pero ve positivo este "sinceramiento".
Para el director de Videnza Consultores, el MEF le está "pateando al siguiente gobierno el proceso de consolidación fiscal", dado que la convergencia a 1% no se hará en este Gobierno. Cabe precisar que todos los reflectores apuntan a que este año se cierre en torno al 3%.
"El gasto está creciendo mucho más fuerte de lo anticipado, tanto por e iniciativas del Ejecutivo como del Congreso. Se están minando las fuentes de recaudacion con una serie de exoneraciones y tratos preferenciales tributarios, erosinando aun más las finanzas públicas. Pueda que 2,8% se quede corto", asegura Castilla.
Castilla explica que, aun cuando haya un factor estacional por el lado de los ingresos en esta primera mitad del año, también el gasto público tiende a elevarse para la segunda. Ante ello, no quedaría más que endeudar al país para cubrir la brecha fiscal que se deja para atender a la población.
El también exministro de Economía y catedrático universitario, Kurt Burneo, confía en que sí se alcanzará el 2,8% este año, pero recomienda una reunión con entre el ministro José Arista y el Consejo Fiscal para conocer los planes de convergencia.
De cualquier modo, Burneo señala que existen variables críticas en el último semestre del 2024, como la recuperación de los ingresos. Si estos caen, el ajuste fiscal (los recortes de gasto público que establezca el MEF para llegar a 2,8%) será mayor.
"Todo va a depender de cuál es el estado de salud de las finanzas públicas. Eso se va a saber pronto, cuando el MEF reatualice su Marco Macroeconómico Multianual (MMM), que va de la mano con las Proyectos de Ley de Presupuesto, Equilibrio y Endeudamiento Año Fiscal 2024", remite el especialista.
Con todo, Burneo reconoce que es la inversión privada, y no la derivada de la pública, la que dimaniza la economía. En este sentido, encuentra muchos vientos en contra a partir de las iniciativas de gasto que no deberían gozar los parlamentarios, y el poco margen de maniobra que le queda al Ejecutivo.
"El problema es que tenemos un Congreso empoderado que trae muchas sorpresas, y los inversores no están muy de acuerdo. Se establecen leyes que a veces pueden afectar proyectos en curso, y uno de los elementos fundamentales para invertir es la confianza", sentencia.