Fitch: Nueva Refinería de Talara podría resolver los problemas de flujo de efectivo de Petroperú
La petrolera no necesitaría ayuda del Gobierno este año si despliega toda su infraestructura en los siguientes meses.
Fitch Ratings, agencia de calificación crediticia estadounidense, afirmó que Petroperú podría eludir la necesidad de un segundo año de apoyo del Gobierno si la Nueva Refinería Talara (NRT) aumenta significativamente los flujos de caja de la compañía. De acuerdo con la empresa calificadora, la nueva infraestructura estaba completada en 98% a principios de mayo y la producción inicial de destilados bajos en azufre ya se encuentra en marcha.
Es así que, en este escenario positivo, se anticipan necesidades de flujo de caja libre para Petroperú de -US$446 millones para este año. Además, asumiría un EBITDA de US$300 millones, un gasto de capital de US$506 millones y de intereses por US$132 millones. También se proyecta que la organización tendrá la capacidad de refinanciar las líneas bancarias de capital de trabajo actualmente pendientes.
No obstante, si la NFT retrasa su producción, persistirán los flujos de efectivo negativos. De esta forma, si la demora excede el segundo trimestre del año, las necesidades aumentarían en al menos US$100 millones, y si se sobrepasa el tercer trimestre, se requerirían más de US$300 millones. Para esta última situación, el acceso al capital podría ser mucho más limitado y se requerirá el apoyo del Gobierno.
En ese sentido, Fitch resalta que el plan de Petroperú, que incluye la renovación de su programa de papel comercial por US$400 millones y aproximadamente US$1.500 millones para alternativas de capital de trabajo (incluida la titularización de sus cuentas por cobrar, capacidad para cartas de crédito y líneas de crédito), ayudaría a la petrolera a ser viable.
“Si este plan llega a buen término, la compañía tendrá un respiro para continuar operando a un nivel subóptimo hasta que la Nueva Refinería de Talara alcance una calidad y volumen de producción comercialmente viables”, se puede leer en el comunicado de Fitch.
La agencia recuerda que los dos últimos años han sido fiscalmente desafiantes para Petroperú, ya que la construcción de la refinería exigió recursos considerables para gastos de capital y porque la transición hacia el aumento de la producción continúa exigiendo efectivo, que impacta negativamente en el capital de trabajo.
“Originalmente, el proyecto estaba destinado a ser una unidad de desulfuración y tenía un presupuesto de US$1.800 millones, pero la redefinición del alcance del proyecto en una refinería completa, además de las demoras, aumentó el costo total a US$5.500 millones”, indica.
Asimismo, los flujos de efectivo de Petroperú se estresaron aún más después de la rebaja de la calificación de 2022, que reflejó las preocupaciones sobre el alto apalancamiento, las presiones de liquidez y los problemas de gobernanza, que aumentaron el costo del capital. Inclusive, las métricas de apalancamiento elevadas persisten hasta el 2023, ya que se estima que la deuda a EBITDA supere 10x, colocando el perfil crediticio independiente de la compañía en la categoría de calificación "CCC".