FAO prevé un escenario de falta de alimentos arrastrado por la salida de Ucrania del tablero
Organismo señaló que el 50% de exportaciones globales de cereales y aceite de girasol caerán en 2023 por el retroceso de cultivos en Ucrania. “Este año hay alimentos caros, pero hay. El próximo puede haber menos, y más caros”, advirtió.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura - FAO advirtió que la crisis por el encarecimiento global de precios de los alimentos podría trasladarse en 2023 a una crisis por el desabastecimiento de estos, arrastrada por la salida de Ucrania como uno de los productores de cereales en el mundo.
En entrevista con el diario El País de España, el economista jefe de la organización, Máximo Torero, dijo que el próximo año se espera una reducción de la producción de Ucrania de alrededor del 37% en cereales, y del 6% al 7% en aceite de girasol.
“Hay que sumar que los ucranios están cambiando el cultivo de cereales por girasol, porque es más rentable. Puede darse una caída de las exportaciones de más del 50%. Así, vamos a encontrar un problema no solo de acceso a alimentos, que es cuando no los puedo pagar, sino también de disponibilidad, que es cuando no hay”, señaló.
“Este año hay alimentos caros, pero hay. El próximo puede haber muchos menos y más caros”, agregó Torero.
En este sentido, el economista peruano indicó que la relativa caída en el precio de las materias primas, como trigo y maíz, obedece a que países como Argentina, India y Estados Unidos aumentaron su producción. Pero eso no te soluciona el problema de acceso, solo asegura la disponibilidad.
Según explicó, la brecha hoy de 3 millones TM de trigo y 8 millones TM de maíz contrapesan el déficit de 8 millones TM de trigo y 12 millones TM de maíz que habían cuando estalló la guerra, época en que ya se había dado salida al 70% de las exportaciones en Rusia y Ucrania.
“Hay países que no tienen capacidad de endeudamiento y están pagando un coste de importación mucho más alto que antes. Si quieres que esos alimentos lleguen a los más vulnerables, tienen que adoptarse medidas”, refirió el funcionario de FAO.
De otro lado, Torero manifestó su preocupación por el arroz, que para los productores ya no resulta tan rentable cultivarlo por el incremento del precio de fertilizantes. Ello pone en riesgo a África subsahariana, principal importador en medio de una crisis alimentaria histórica.
FAO: crear una reserva mundial de alimentos
La FAO considera hasta tres soluciones para contribuir a la reducción de esta brecha de alimentos en algunas regiones del mundo, y al encarecimiento de los mismos en otras.
La primera es utilizar los Fondos de Intermediarios Financieros del Banco Mundial (FIF) para contener el coste de las importaciones en los 62 países más vulnerables, donde los precios por despachos han aumentado en US$ 24,5 millones con respecto al año pasado.
“El Fondo Monetario Internacional debe implementar esta idea con préstamos u otros mecanismos para apoyar a esos países”, refirió Torero.
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No obstante, advirtió que, si se mueve más producción de la que faltaba, los precios pueden bajar incluso más, y esta mayor caída afectar también a los productores, sobre todo los pequeños, que podrían salpicarse de precios muy bajos cuando ya han invertido en fertilizantes caros.
La otra solución pasa por destinar una parte de la producción a una reserva mundial de emergencia, a la cual, por ejemplo, el Programa Mundial de Alimentos pueda acceder. Así, el grano que va al mercado no afectaría necesariamente a los productores, porque el precio no caería tanto.
Finalmente, Torero destacó la importancia de propiciar que los fertilizantes fluyan más, lo cual ayudaría a la siguiente temporada de cultivo.