Bolsa de Valores de Lima cerró la jornada en terreno negativo con -0,75%
El sector consumo fue el que reportó más pérdidas en la jornada con -2,65%, seguido por minería y financiero. Mientras las acciones de EE. UU. estuvieron bajo presión con el Nasdaq perdiendo alrededor de un 3% .
La Bolsa de Valores de Lima cerró la sesión de este martes 28 de junio con pérdidas en la mayoría de sus índices anotando 11 indicadores a la baja y 5 al alza. Así, el índice S&P/BVL Perú General, el más representativo de la bolsa limeña, bajó -0,75% hasta los 18,674.67 puntos.
Por su parte, el índice S&P/BVL Perú Selectivo, que está conformado por las acciones más negociadas en el mercado local, perdió -0,50% y se colocó en 486.66 unidades.
El sector consumo fue el que reportó más pérdidas en la jornada con un retroceso de -2,65%, seguido por minería con -0,29% y financiero con -0,08%. Mientras, al otro lado, los rubros que registraron un avance fueron construcción (0,38%), industrial (0,26%), y servicios y electricidad con 0,16%, cada uno.
Dentro de las empresas locales que mayores pérdidas registraron estuvieron: Backus y Johnston (-6,78%), Casa Grande Sociedad Anónima Abierta (-5,88%) y Sociedad Minería El Brocal (-3,73%). Mientras que los que registraron ganancias fueron: Banco BBVA (5,66%), Grupo BVL (4,60%) y Telefónica (3,48%).
Mercado estadounidense cae con fuerza al cierre
De acuerdo al análisis de César Romero, jefe de Investigación de Renta4 SAB, las acciones de EE. UU. estuvieron bajo presión el martes, con el Nasdaq perdiendo alrededor de un 3% a medida que aumentaron las ventas de acciones de tecnología, especialmente.
Al cierre, el S&P 500 bajó un 2%, reduciéndose a 3,8210.74. El Dow cayó 490 puntos, o un 1,6%, y el Nasdaq cayó un 2,98% a 11,181.54. El Russell 2000 de acciones de pequeña capitalización también bajó más de 1,5%.
Las acciones bajaron luego de que un nuevo informe mostrara que la confianza del consumidor estadounidense se deterioró a un mínimo de 16 meses en junio en medio de las preocupaciones sobre la inflación, lo que avivó las preocupaciones de que las malas perspectivas contribuirían a una mayor desaceleración en el gasto real y la actividad.