Venta de inmuebles cayó casi un 40% en el 2020
En el año marcado por la COVID-19 se reportó casi la mitad de ventas de inmuebles del 2019; sin embargo, la rápida aplicación de protocolos aseguró su recuperación.
El sector de la construcción no se salvó de recibir un duro golpe desde el inicio de la pandemia. Un mes y medio después, también fue uno de los primeros en recuperarse gracias a los protocolos de bioseguridad y nuevas medidas que se aplicaron de inmediato en obras de construcción.
Algunas de esas medidas también replantearon los objetivos que se tenían previstos para todo el 2020. Sin embargo, no solo las empresas del rubro inmobiliario se adaptaron a la nueva realidad, ya que los compradores también tuvieron un cambio de conducta durante meses de incertidumbre económica y política.
Mientras que en el 2019 la venta general de inmuebles había sido de 20.000 unidades, al año siguiente, el mercado vendió solo 12.000, aproximadamente. Esto es una disminución del 40% en comparación con el periodo anterior, es decir, casi la mitad.
Otra comparación puede enfocarse en la venta interanual, de enero a julio. Mientras que en el 2019 se registraron 11.200 unidades adquiridas, para el mismo periodo del 2020, la cifra se quedó en 5.500.
Fue importante también la seguridad. En el territorio donde se ejecutó una obra, se mantuvo gracias a la implementación de un nuevo protocolo emitido por el Estado. Algunas de esas reglas fueron las pruebas al ingreso y las cuadrillas de obreros diferenciadas y separadas en distintas zona de una construcción.
“Los carpinteros, los obreros, los herreros, los tenemos identificados con polos de colores en las obras más grandes. Los colores no se mezclan ni el comedor. Almuerzan por equipos. Los rojos y verdes... y así van cambiando”, explica Gabriela Mogollón, gerenta de Talento Humano de Líder Grupo Constructor. “Nos aseguramos de que cambien sus mascarillas usando también distintos colores”, añade sobre cómo se ha hecho esta implementación en su caso.
Otro problema fue que, debido a la cuarentena, los posibles compradores ya no podían acercarse hasta una caseta de información de un proyecto en construcción para ver el espacio físico. La tecnología entró a tallar con las visitas virtuales.
“Creo que el público se adaptó porque no éramos solo nosotros los que pasábamos a esa forma de vender, sino todos”, comenta Mogollón, y nombra conocidas tiendas por departamento que reforzaron la venta online.
Otro punto resaltante es que, antes de la pandemia, un 13% de clientes iniciaba los trámites para comprar un proyecto inmobiliario en Lima y luego dejaban el proceso. Para junio de 2020, esa tasa de deserción general llegó al 31%.
Esto se generó porque muchas personas adquirieron su inmueble en los meses previos al mes del inicio de la pandemia, marzo 2020, y meses después no tuvieron los recursos o seguridad para continuar con el proceso de compra. Actualmente, la tasa ya se encuentra en valores cercanos a prepandemia.
Mujeres en el sector
Con la reflexiva conmemoración en nuestro país del 8M hace casi un mes, la presencia de la mujer en el sector, tanto en la parte inmobiliaria como la parte de construcción, también tiende a ser menor. Solo por citar como ejemplo en la empresa Líder, su citada gerenta nos refiere que la diferencia es de 48% de mujeres a 52% de hombres. A nivel de obra, la cifra es mucho menor.
“Solo tenemos 2% de obreras mujeres”, detalla Gabriela Mogollón.
La gerenta confiesa también que, en el caso de obreras, depende de la misma cuadrilla, “pero no hay muchas de esas mujeres en el mercado aparte de obreros”, reconoce.
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