Economía

CADE Ejecutivos: “El trabajo remoto da oportunidad a las empresas para atraer talento sin barreras”

Para Pascal Finette, director de Emprendimiento e Innovación Abierta en Singularity University, el mundo postcrisis exigirá capacidades y estrategias distintas.

La pandemia de la Covid-19 generó nuevos hábitos y formas de convivencia, algunas que llegaron para quedarse, por lo que el mundo postcrisis exigirá capacidades y estrategias distintas señaló Pascal Finette, Co-fundador de be radical y Director de Emprendimiento e Innovación Abierta en Singularity University.

“Vivimos en un mundo de incertidumbre donde el principal reto es que no se tiene las respuestas. Sin embargo, no se necesita tenerlas. La habilidad para el futuro es hacer mejores preguntas”, apuntó Finette durante su ponencia en la 58° edición de CADE Ejecutivos, evento organizado por IPAE Asociación Empresarial.

Si bien no se puede saber qué sucederá en el futuro, Finette indicó que los líderes pueden anticiparse identificando las “weak signals” (señales débiles), que son señales que indican que se está al borde de una nueva revolución. Algunas de ellas son la computarización, la Inteligencia Artificial y algoritmos, el Blockchain, Quantum Computing, energía y la ingeniería genética.

Sobre los cambios originados por la COVID-19, aseguró que algunos llegaron para quedarse, tales como el trabajo remoto y el comercio electrónico, por lo que se debe apuntar a ello.

“El trabajo remoto incluso dará oportunidad a las organizaciones para atraer talento sin considerar barreras como la geografía. Otra es el e-commerce ya que difícilmente los hábitos de consumo volverán a ser como antes. Y, finalmente, el lado humano y solidario de las personas, que en tiempos de crisis muestra su interés por ayudar a los demás”, comentó.

Finette concluyó en que es un momento importante para ver el 2021, específicamente enfocado en la segunda mitad del año, cuando se podría ver índices de mayor recuperación y ‘hay que estar preparados para atender las altas demandas’.

“Hay que analizar los aprendizajes y cambios que deja la crisis para incorporarlos a las organizaciones y mejorar a partir de ellos. Si la COVID-19 ha enseñado algo es que vivimos en un mundo de incertidumbre y debemos invertir en el perfeccionamiento (upskilling) de nuestra gente y trabajar en hacerlos sentir más cómodos en este entorno. Así, podremos estar preparados para el futuro y, si sucediera una nueva eventualidad, se podrá actuar frente a ella y no solo reaccionar”, aseguró.