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Economía

OIT: COVID-19 causó un impacto profundo en los jóvenes y exacerbó las desigualdades

Según estudio de la OIT, la destrucción del empleo juvenil y el efecto negativo en su educación ocasiona graves repercusiones al bienestar mental.

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Estudios interrumpidos, empleos destruidos, perspectivas de carrera aplazados: los jóvenes pagan un alto precio por la pandemia de la COVID-19, sobre todo los de países con bajos ingresos, lamenta un estudio de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

Según este estudio publicado el martes, la pandemia tuvo sobre jóvenes de 18 a 29 años un impacto “sistemático, profundo y desproporcionado” que “exacerbó las desigualdades a riesgo de debilitar el potencial productivo de toda una generación”.

La OIT subraya que 73% de los jóvenes que estudian o combinan sus estudios y trabajo fueron duramente afectados por el cierre de las escuelas, universidades y centros de formación. 

Y todos no pudieron continuar su aprendizaje en línea, en particular en los países pobres. "La amplia brecha digital entre regiones" se manifestó en esta ocasión.

Aunque el 65% de los jóvenes de países de altos ingresos pudieron seguir sus cursos por videoconferencia, solo 18% de los que viven en países de bajos ingresos pudieron seguir estudiando en línea.

Inclusive entre los que pudieron seguir cursos a distancia (65%) hay la sensación de que aprendieron menos.

Para muchos estudiantes el final de sus estudios podría ser aplazado y el 9% plantean abandonarlos.

En el mercado del empleo un joven de seis paró de trabajar, 42% de los que continuaron trabajando vieron reducidos sus ingresos y cerca de 4 jóvenes de 10 ″tienen dudas sobre sus perspectiva de carrera”

“Es probable que la crisis haya creado más obstáculos en el mercado de trabajo y prolongó el periodo de transición entre el fin de los estudios y el momento en que los jóvenes acceden a su primer empleo”, subraya la OIT.

“La pandemia causa muchos efectos negativos en los jóvenes. No solo destruye sus empleos y sus perspectivas de empleo, sino que afecta su educación y formación, y al final, tiene graves repercusiones para el bienestar mental. Frente a esta situación, no podemos seguir inactivos”, dijo Guy Ryder, director general de la OIT, en un comunicado.

Según la investigación, “50% de los jóvenes pueden ser afectados por ansiedad o depresión, y 17% los sufren probablemente”. 

La OIT aboga “por respuestas políticas urgentes, a gran escala y con objetivos claros para evitar que la crisis no afecte las perspectivas de empleo de toda una generación de jóvenes”. 

También pide que se garantice a los jóvenes el acceso al seguro de desempleo, y se apliquen medidas en el campo de la salud mental “ya sea con apoyo psicosocial o actividades deportivas”.

Basado en un estudio sobre más de 12 mil jóvenes de 18 a 29 años, realizado en línea en 23 lenguas en 112 países, entre el 21 de abril y el 21 de mayo, este informe es una publicación conjunta de la OIT y varios organismos y asociaciones.

Fuente: AFP