Economía

Se paraliza proyecto Hidrovía Amazónica

Procedimiento. Consorcio señala que no podrá cumplir con presentar estudios ecotoxicológicos, los cuales eran un requisito obligatorio.

Procedimiento. La falta de estudios implica el incumplimiento de acuerdos de la consulta previa del proyecto.
Procedimiento. La falta de estudios implica el incumplimiento de acuerdos de la consulta previa del proyecto.

La Asociación Civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) informó que el consorcio Cohidro desistió formalmente de seguir con la evaluación ambiental del Proyecto Hidrovía Amazónica mediante una carta dirigida a Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace).

En dicha comunicación, además, Cohidro solicita a Senace que se concluya con dicho procedimiento, debido a que se señala que no se podría presentar los estudios ecotoxicológicos como parte del procedimiento de certificación ambiental, los que son obligatorios de acuerdo a los acuerdos de consulta previa, el contrato de concesión y a los términos de referencia del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de dicho proyecto.

Estos estaban a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), con lo que desde el contrato dicha institución asumió un compromiso que debió ser responsabilidad del concesionario.

De acuerdo a lo expresado en la carta, el MTC convocó el concurso para elaborar dichos estudios recién el 27 de noviembre último, por lo que no se podría contar con este requisito listo para el 8 de enero próximo, fecha límite que el consorcio tenía para resolver las observaciones que tenía el EIA del proyecto a su cargo.

Ello implica la paralización del proyecto, por la falta de estudios técnicos suficientes para responder ante las más de 400 observaciones realizadas al mismo.

Al respecto, Vanessa Cueto, vicepresidenta de DAR, señaló que "los estudios ecotoxicológicos permitirían identificar cómo responder al hecho de que durante la elaboración del EIA del proyecto se encontraron sustancias potencialmente tóxicas y agentes cancerígenos como el arsénico en niveles por encima de lo seguro para el ecosistema, en más del 50% de muestras de sedimentos recogidas para la línea de base del EIA”.

"Estos sedimentos hubieran sido removidos del fondo durante el dragado de los ríos, entrando nuevamente en contacto con el agua. Los estudios ecotoxicológicos eran claves para indicar el curso de acción a seguir para evitar daños a la salud de los pueblos indígenas que usan el agua de los ríos, así como a los ecosistemas amazónicos”, agregó.

“Por ello, la falta de estudios ecotoxicològicos venía siendo una preocupación de las organizaciones indígenas desde el inicio del proyecto, ya que su no realización implicaba el incumplimiento de los acuerdos de la consulta previa del proyecto”, observó Cueto.

Organizaciones indígenas como Aidesep, Orpio, Corpi y Orau, así como diversas organizaciones de sociedad civil, entre ellas la Asociación Civil DAR y la Alianza Mundial de Derecho Ambiental (ELAW), venían alertando sobre esta situación, así como sobre diversos vacíos técnicos del EIA y la falta de cumplimiento de acuerdos de la consulta previa realizada el 2015.