La ventaja competitiva de un producto es de origen cuando se planean detenidamente los factores que ayudarían a entrar al mercado, de vital importancia cuando se trata de mercados globales; ello implica desarrollar una área –o áreas claves– que generen de antemano una cadena de valor orientada a la satisfacción plena del consumidor. Tal acto favorecería la diferenciación del producto y probablemente una preferencia que incidirá en crecimiento o el futuro posicionamiento de la empresa, entonces la ventaja llegará a ser distintiva. Cualquier empresa que funciona en un mercado competitivo debería analizar su inventario de ventajas, entre las que se señala: tecnología, diseño, precio, ergonomía, calidad, presentación, etc., toda una lista que puede usarse como fuente de atracción para los consumidores, pero muchas veces tales ventajas son desconocidas u obviadas por los propios responsables de la comercialización. Que un producto sea diferente no garantiza su éxito, pero es un paso muy importante para lograrlo dado que implica la capacidad de entender las expectativas del mercado y así generar líneas de productos con características, propiedades y cualidades que varían respecto a su competencia, de manera que no solo se ofrecerían productos que satisfacen necesidades sino que generarían una mejor cobertura de los segmentos y nichos. También hay que considerar el efecto del impresionante desarrollo económico, científico y tecnológico del último siglo, que ha revolucionado nuestros hábitos y costumbres. En este contexto, cualesquiera que sean los cambios que se están produciendo, las empresas deben adaptarse y triunfar construyendo estrategias eficaces. Pero ello implica reconocer la lógica de esos factores “ganadores de pedidos”, dado que contribuyen al éxito dentro de un clima competitivo. Entre los factores ganadores de pedidos mencionamos: rapidez, aprovechamiento, organización, costos y talento, todos ellos se sintetizan en el principio de conveniencia y usted, como gestor y líder de su empresa, lo debe de tener siempre bien en cuenta.