La sociedad peruana ya no se representaría con una pirámide sino con un rombo debido a la disminución de la pobreza en el Perú en los últimos 15 años.,El investigador peruano Rolando Arellano y autor del libro “Al medio hay sitio”, asegura que la composición social del Perú ya no se refleja a través de la conocida pirámide de clases sociales sino más bien tiene una teoría que afirma que esta se podría representar a través de un rombo. La teoría se basa en que, a inicios del siglo, el 54,8% de la población en el Perú era pobre y el 24,4% estaba dentro de la categoría de pobres extremos; sin embargo, para 2016, los pobres, definidos como quienes no pueden gastar más de 100 dólares mensuales se había reducido a un promedio de 20,7% y mientras que los pobres extremos, aquellos que cuentan con menos de 54 dólares al mes, sumaron solo el 3,8% de la población. PUEDES VER Perú es la sexta economía con más pobreza en la región Esto quiere decir que, en tan solo 15 años, la pobreza en el Perú se redujo 34,1 puntos porcentuales. Según Arellano, aquellos que salieron de la pobreza, formaron una nueva clase media que hizo que se redujera la base de la pirámide y se engordase el centro, transformando el clásico triángulo en un rombo, con la mayoría de población en el centro. En la otra cara de la moneda, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte que, a pesar del progreso socioeconómico, muchos peruanos se encuentran en una situación de inestabilidad desde la que podrían fácilmente caer de nuevo en la pobreza si la economía experimenta cualquier turbulencia o desaceleración. A esta idea se suman Leonor Lamas y Ludwing Huber, dos investigadores del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) quienes son autores del libro “Deconstruyendo el rombo. Consideraciones sobre la nueva clase media en el Perú”. “Lo que se puede haber dado es un “efecto ascensor”, una coyuntura de bonanza en la que todos suben de nivel. Sin embargo, esto no quiere decir que la desigualdad se haya acortado. Por tal motivo se propone que la pirámide subió a un segundo piso, y no tanto que se transformó en un rombo” explican. Arellano reconoce que un rombo no implica que haya desaparecido la desigualdad. “Hoy una punta arriba y otra abajo. Lo importante es que el rombo te dice que la mayoría está al medio”, afirma.