Segundo Alcalde. Susana Cuba Pinto se reclina apenas en el sillón y bebe despacio un sorbo de café. La puntualidad es su estilo. Son las diez en punto de la mañana en un café miraflorino y estamos a la hora, como pactamos la cita, pero ya nos espera desde hace unos minutos. Desde que asumió las riendas de Alianza Lima como Administradora Temporal y representante de la firma Alba Consult SAC, su contacto con los medios de comunicación ha sido parco y ciertamente distante. Más allá de un par de conferencias de prensa, una incluso con ciertas asperezas, Susana Cuba decidió no dar entrevistas. Esta conversación, con La República, es la primera entrevista que ofrece. -¿Qué le vino a la mente cuando se sentó por primera vez en el sillón presidencial de Alianza Lima? Me dije que hay mucho por hacer y que todo lo que había que hacer se podía conseguir. Alianza era tierra de nadie cuando empezamos. Porque la gestión anterior dejó el club en llamas, parecía Vietnam, un club abandonado. Alianza estaba estancado en el tiempo, muy retrasado. Seguía en el siglo XIX. Se trabajaba con mucha dejadez. Todo era de manera manual y hoy día ya no se estila así. Ahora se tienen todas las ventajas tecnológicas, por eso me resultaba sorprendente que la mayoría de los procesos se hicieran de manera tan artesanal. Con el tiempo hemos cambiado y sistematizado todo esto. Es un logro bastante rescatable. Ahora se puede decir que Alianza ya está en el siglo XXI. -¿Tiene la sensación de haber devuelto al club a la categoría de equipo grande? Se han dado muchos cambios para bien de Alianza. Pero antes que decir Susana Cuba, creo que Alba Consult entró y asumió con responsabilidad la administración temporal del club. Yo soy la cara visible de esta empresa pero detrás hay un grupo de trabajo que pone todo su esfuerzo y conocimiento. Somos un equipo profesional. La administración ha recibido una felicitación del órgano económico financiero de la ADFP. Una carta en la que nos felicitan por los logros conseguidos en el interior de Alianza. Acá se trabaja de manera ordenada, de manera documentada. Hemos erradicado la enorme informalidad que había en el club. Antes no había recibos, no había facturas. -¿Y qué logros ha conseguido hasta el momento? Sin duda el haber ordenado las cuentas. El manejo financiero del club. Se bajó el presupuesto en un 50%. Teníamos una planilla de 500 mil dólares y descendió a 175 mil. Otro de los logros importantes que tienen que ver con este ordenamiento financiero es que después de 14 años Alianza vuelve a tener cuentas corrientes. Prácticamente el movimiento financiero al 100% está totalmente bancarizado. Ahora los socios cuando hacen sus pagos depositan a la cuenta del club. Ya no a una cuenta personal, ni la de un socio u ONG. El soporte bancario de Alianza es sólido, muy eficiente, confiable. -Sin embargo no puede negar que pasó las de Caín en sus primeros días de gestión al frente del club... El mundo del fútbol es distinto al mundo empresarial. Era una situación complicada. Tanto jugadores como trabajadores estaban muy sensibles, y que venga alguien totalmente extraño al fútbol y les dijera que las cosas eran distintas les chocó a todos. Sintieron la pegada del cambio. Pero siempre hemos tratado de manejarnos con el mayor de los respetos. -¿Pero usted no tildó de ignorantes a los jugadores cuando estos se oponían a la reducción de sueldos? Jamás califiqué de ignorante a nadie. Lo leí en una de las declaraciones del jugador Edgar González pero no fue así. Lo que pasa es que yo soy una persona clara y transparente. No tengo doble discurso y eso lo saben los que me conocen y ahora los jugadores. La experiencia ya nos ha enseñado cómo es el sentir de un jugador, conocemos más de su manera de actuar. Hemos mejorado en ese aspecto. Ahora todos empujamos hacia el mismo horizonte. Ahora todos están tranquilos, seguros. Saben que se les paga puntualmente. Los trabajadores están bien. Alianza ha mejorado mucho en lo administrativo. -La escucho y parece que Alianza salió de la crisis. La crisis en Alianza aún no termina. El problema de Alianza no acaba en 5 ni 8 meses, es un problema que viene de larga data. No podemos pretender que todas las deudas millonarias se resuelvan en corto tiempo. Lo que sí puedo decir es que ahora se trabaja con más armonía en el club. Cuando entramos notamos que acá no se trabajaba a gusto. Había muchas fricciones dentro del personal. Uno de los objetivos fue tratar de brindar un adecuado ambiente laboral para que los trabajadores laboren a gusto. Y para eso no necesariamente se tiene que sujetar a que tengan un sueldo espectacular. La gestión anterior había prohibido hasta celebrar los cumpleaños de los trabajadores, algo común que se practica en las empresas. Todo era discordia, pero ya se acabó. El buen clima laboral en Alianza se restableció y se bajaron las tensiones. El éxito es brindarles seguridad a tus trabajadores sin dobles mensajes. -¿Sabía que le dicen ‘La dama de hierro de Matute’? (Sonríe). Lo tomo en broma. No me gusta ni me desagrada. Si se me visualiza así, me parece bien. Tengo carácter y personalidad. Cada vez que leo mi nombre en los diarios y lo escucho en las radios o en la televisión, digo 'a ver, qué falta ahora'. No me siento con tanto poder, no soy la primera dama tampoco... -¿Usted ha sostenido reuniones privadas con Guillermo Alarcón durante su gestión? Jamás cruce palabras con Guillermo Alarcón. Cuando me entregó el club entramos con el notario y nos dio unos papeles, unos documentos que no representaban nada. Después jamás lo vi. Nos han cursado a través de Indecopi lo que ellos llaman estados financieros, lo que nosotros hemos desmentido porque esos papeles no son nada. Han entregado una serie de copias y papeles que están foliados a mano, que no están legalizados. No hay sistemas de contabilidad. Eso no es una cédula documentaria. Por ello hemos demandado penalmente a Guillermo Alarcón. Por ahora todo está en investigación y se encargan del tema nuestros abogados. “NO SOY HINCHA DE ALIANZA” -¿Cómo califica el trabajo del técnico José Soto al frente del equipo, hasta cuándo seguirá? Lo que es definitivo es que hablar de sacarlo en este momento sería dispararnos a los pies. José tiene todo nuestro apoyo y se quedará hasta fin de año. Soto ha sido muy importante en esta campaña que ha sido inusual para Alianza. Seguro que si venía otro entrenador y no podíamos cumplir con sus exigencias, definitivamente nos podía ir peor. A Pepe Soto le tocó bailar con la más fea. Además hay que reconocer que apostó por los más jóvenes. Por eso le damos las gracias. ¿Si continuará? Como dice la canción: ‘yo no sé mañana...’. Pero quiero anunciar que hasta el momento no me he reunido con ningún técnico, tampoco mi comisión consultiva. Lo único que nos preocupa ahora es salvar la categoría. -La empresa Pegaso está comprando acreencias a jugadores y trabajadores del club. ¿Está al tanto de eso? Yo no sé qué jugadores o trabajadores del club están vendiendo sus acreencias a Pegaso. Para aclarar eso de las acreencias presentadas para su reconocimiento, el mayor acreedor es la Sunat. La deuda con este ente es muy alta comparada con otras deudas. El segundo acreedor que ha presentado acreencias es Movistar por los derechos de televisión. Todas estas acreencias están en procesos de reconocimiento. Han reconocido acreencias de Sunat, de trabajadores y jugadores, otras han sido desestimadas. Por eso pensar que con la compra de ciertas acreencias el grupo Pegaso logre una mayoría es improbable. No creo que Movistar ceda su derecho. Además a esta empresa se le vincula con una persona que ha procedido mal como Alarcón. Ese señor es culpable de que la imagen de Alianza se vea tan deteriorada. Si entra Pegaso y vuelve Alarcón sería un retroceso para Alianza. Los clubes necesitan organizaciones responsables, honestas, transparentes en sus manejos. No pasará, estamos atentos para cautelar el club. -¿Es consciente de que a su gestión le faltó conseguir auspiciadores para paliar la crisis financiera? Es que las empresas se ahuyentaron por la mala imagen con la que venía precedida la institución. Pero yo pienso que la mejor manera de sumar ingresos a las arcas está en las divisiones menores. Este debería ser el mayor capital de ingresos del club para no estar supeditados a los espónsores, para no estar con la angustia de que si no se tiene espónsor no tienes cómo pagar planillas. Por ello el promedio de edad del equipo 2013 será de 23 años. Un equipo que te permita ver ya desde el fondo financiero, que tenga proyección. Esa filosofía debe primar siempre al proyecto de menores. Para eso se contrató al señor Willy López, un técnico que tiene una educación futbolística de corte europeo. -¿Hasta cuándo seguirá como administradora? Al ritmo que va Indecopi en el reconocimiento de deudas, me parece que la Junta de Acreedores se formará en noviembre o diciembre. Luego de eso, la administración les tendrá que presentar un plan de reestructuración que podría tomar dos meses en la elaboración y decidir si lo toman o lo dejan. En mi caso, sí me gustaría seguir porque me gusta reordenar empresas, es lo mío y estoy a gusto porque veo que lo que he hecho está dando frutos. -¿Qué representa Alianza Lima para Susana Cuba? Alianza es un hijo pequeño que está creciendo y al que se le quiere mucho. Pero te voy a contar algo que seguro generará críticas contra mí: el día que yo me convierta en hincha de Alianza Lima no dudaría en presentar mi carta de renuncia porque seguro habría perdido objetividad, racionalidad. Y yo creo que sin eso no es posible llevar a cabo este trabajo. Ser tan pasional no te va a dejar ver con claridad, tomar decisiones correctas ni oportunas porque tu mente va a estar nublada por un sentimiento. JUGÓ AL FÚTBOL Y ADMIRÓ A SOTIL Como buena amante del deporte rey, Susana Cuba confesó que practicaba el fútbol cuando estudiaba en Brasil. “Yo estudié un tiempo en Brasil y jugaba fútbol. Me gustaba hacerlo. Era volante y de las buenas. Marcaba bien y anotaba goles. Desde pequeña iba al estadio con mi papá. Me acuerdo de la época de oro del fútbol peruano, la del 70, veía a Challe, Sotil, Cubillas, Cruzado. A mi mamá y mis hermanos no les gustaba ver los partidos, a mi papá y a mí sí; entonces era la pelea por el televisor, que era un lujo tenerlo en casa. Pero yo salía ganando porque tenía a mi padre como aliado”. También añadió: “Admiraba a los jugadores que dejaban todo en la cancha. Yo no suspiraba por ningún jugador como ahora lo hacen las chicas por Paolo Guerrero o Claudio Pizarro; yo iba a ver fútbol, no a los jugadores”, subraya. Susana es casada, tiene hijos y opina que la selección “puede lograr el objetivo de clasificar al mundial. Tiene un buen técnico. Si pudiera aconsejarle para el partido ante Bolivia, le diría a Markarián que ponga de titular a Paulo Albarracín. Es uno de los mejores volantes de contención que tenemos”.