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Hugo Sotil y la historia de su tierno festejo tras ganar su única liga con Barcelona: “¡Mamita, campeonamos!”

Hugo Sotil fue el autor de una de las frases más emblemáticas para los hinchas de Barcelona, la cual exclamó tras consagrarse campeón con el club catalán tras 14 años sin títulos.

Hugo Sotil llegó al Barcelona en 1973 proveniente de Deportivo Municipal y se fue en 1977 para fichar por Alianza Lima. Foto: composición LR/Barcelona/EFE
Hugo Sotil llegó al Barcelona en 1973 proveniente de Deportivo Municipal y se fue en 1977 para fichar por Alianza Lima. Foto: composición LR/Barcelona/EFE

Hugo Sotil, una leyenda del fútbol peruano, se convirtió en un referente del FC Barcelona durante la temporada 1973-74. Su talento y carisma lo llevaron a ser parte de un equipo que marcó una época, tras destacarse por su habilidad en el campo y su conexión con el mítico Johan Cruyff. Su famosa frase “¡Mamita, campeonamos!” resuena en la memoria de los aficionados, pues simboliza un triunfo que rompió 14 años de sequía para el club.

La trayectoria de Hugo Sotil, desde sus humildes inicios en Ica hasta convertirse en un ícono del fútbol mundial, es un testimonio de su dedicación y pasión por el deporte. Su historia ha sido documentada en la biografía “Genio y figura. Sotil, una historia de fútbol y pasión”, escrita por el periodista Manuel Paz Aráoz, quien ha dedicado más de 50 años a la cobertura del fútbol.

Los inicios de un talento excepcional

Hugo Alejandro Sotil Yerén nació el 18 de mayo de 1949 en Ica, Perú. Desde pequeño, mostró un gran interés por el fútbol y fabricaba sus propios balones con medias de su madre. Su carrera comenzó en el Deportivo Gaillard, donde rápidamente se ganó el apodo de ‘maestrito’ por su elegante estilo de juego.

Posteriormente, se unió al Deportivo Municipal, un club que, a pesar de estar en horas bajas, le brindó la oportunidad de brillar y aprender la importancia del trabajo en equipo. En 1968, Sotil ayudó a la ‘Academia’ a ascender a la división de honor, lo que marcó el inicio de su camino a la cima en el mundo del fútbol.

Su participación en la selección peruana durante el Mundial de México 1970 lo catapultó a la fama, y en 1973, su destino cambió cuando fue fichado por el FC Barcelona. En el club catalán, Sotil jugó durante cuatro temporadas, de las cuales la de 1974 quedó en la historia de la institución, pues consiguieron el título de la liga tras 14 años de sequía.

Un año inolvidable en el FC Barcelona

La llegada de Hugo Sotil al FC Barcelona fue un hito en su carrera. Debutó en el Gamper de 1973, donde anotó un gol en la victoria 5-0 contra su antiguo club, el Municipal. Durante su primera temporada, se convirtió en una pieza clave del equipo y participó en el histórico 0-5 al Real Madrid en el Bernabéu y contribuyendo a la conquista de la Liga tras 14 años de frustraciones. Su conexión con Johan Cruyff fue fundamental, ya que juntos formaron una dupla temible en el campo.

La frase “¡Mamita, campeonamos!” se convirtió en un símbolo de su éxito, pronunciada por Sotil tras el triunfo en Estadio El Molinón, ubicado en Gijón. Sin embargo, su carrera en el Barcelona se vio afectada por la llegada de Johan Neeskens, lo que limitó sus oportunidades en el campo. A pesar de esto, su legado en el club perdura, y su historia sigue siendo recordada por los aficionados.

Un legado que trasciende el fútbol

Después de su etapa en el FC Barcelona, Sotil continuó su carrera en varios clubes, tales como Alianza Lima y Deportivo Junín, donde se retiró en 1986. A lo largo de su vida, mantuvo un fuerte vínculo con el cuadro azulgrana, del que incluso recibió un homenaje en 1984 para ayudarlo económicamente. Su hijo, Johan Sotil, también siguió sus pasos en el fútbol y alcanzó la internacionalidad al jugar en Europa.

La vida de Hugo Sotil ha sido objeto de atención no solo por su talento en el fútbol, sino también por su historia personal. En 1972, protagonizó la película ‘Cholo’, que fue restaurada en 2021, la cual reflejó su impacto en la cultura popular. A pesar de los años, Sotil sigue siendo un referente en el fútbol peruano y un símbolo de perseverancia y éxito.