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El último baile de los Bulls de Michael Jordan [Crónica]

El documental basado en la última temporada de Jordan en los Bulls (1998), recorre su carrera y con maestría narra una historia llena de éxito y drama.

The last shot en The last Dance (el último tiro en el último baile). Michael Jordan suspendido en el aire ante miles de miradas posadas en sus manos viendo cómo el balón se metía en el aro por última vez. Una foto para el recuerdo que vuelve a tener vigencia 22 años después con un documental directo a la vena de la épica deportiva, de ver lo imposible hecho posible.

Los Chicago Bulls eran una franquicia perdedora en la NBA hasta que llegó Jordan para revolucionar todo, incluido el basket y hasta el marketing. Sus zapatillas fueron un ‘hit’ que marcó récord de ventas y se mantiene en diferentes versiones, hizo que la competencia sea vista en más de 200 países y lideró a un equipo que ha quedado en la memoria.

Seis títulos en ocho años donde pasaron varios jugadores, estilos de juego y hasta Jordan se retiró durante un año y medio tras el trágico asesinato de su padre en 1993. Jugó béisbol, cambió su rutina de entrenamiento hasta que volvió casi como jugando al basket. Michael tuvo que ‘reconstruirse’ según palabras de su preparador físico, mientras filmaba Space Jam para volver a su mejor nivel. Cambió el clásico 23 en la camiseta por el 45, el primer número con el que jugó. "No quería usar el 23 porque sabía que mi padre no estaba ahí para verme y sentía que era un nuevo comienzo”, dijo en el documental.

Fueron meses duros, de transición donde encontró el fuego para volver a motivarse. Campeones el 96 y 97, el 98 aparecía como el último baile, denominado así por Phil Jackson, el técnico que parecía en estado zen y podía controlar un plantel lleno de egos y problemas, que principalmente causaba Dennis Rodman, aunque el mismo Jordan confabulaba.

Expulsado de una práctica por golpear a Steve Kerr, Jordan fue tan talentoso como complicado. Insultaba a sus compañeros para motivarlos, los provocaba para ser mejores. Creaba disputas con rivales de otros equipos y no solo lideraba con puntos sino también con su enigmática personalidad. Aunque fue un rebelde ante la adversidad, cuando se intoxicó –deja entrever que fue provocado- y jugó un gran partido para terminar ganando. Años antes estuvo en el ojo de la tormenta por problemas con apuestas, también por no querer participar en política o dar polémicas frases.

Le dijeron que era el tirano que quería ganar siempre o hasta rumorearon que la muerte de su padre tuvo que ver con las apuestas. Siempre estaba en el ojo público, incluso en las celebraciones. Después de ese tiro ganador, de conquistar el título de 1998 se le veía tocando el piano y fumando un habano en su habitación con preguntas de periodistas y amigos. Otras épocas, diferentes a la de ahora donde solo habría tuits, ‘stories’ o tiktoks, no ese acceso.

El documental tiene tanto ritmo como ese Bulls liderado por Jordan y que lamenta que no siguiera. “Es irritante irme en el pico de mi carrera. Pudimos ganar el séptimo. No intentarlo es algo que no acepto”, es una de las últimas frases de Michael. Después de una celebración multitudinaria en Grant Park, a Phil Jackson le ofrecen seguir una temporada más a pesar de la relación rota con el gerente Jerry Krause. La idea era reconstruir el equipo, no que siga. “Dije que necesitaba un descanso”.

Karr y Pippen fueron transferidos, Rodman quedó libre y Michael Jordan decidió retirarse definitivamente, aunque él no lo hubiera querido. Terminó esa temporada y todo el plantel se reunió para cerrar un ciclo. Leyeron papeles donde habían escrito lo que había significado para cada uno el equipo. Jordan hizo un poema emotivo. Luego todos esos papeles fueron quemados y se fueron en paz. Menos Jordan,que quería seguir ganando.

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