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Llegó al Perú desde Yugoslavia y creó piscina en un cerro de VMT: esta es la historia del insólito lugar

Dzevat Seferi migró desde su natal Yugoslavia a Villa María del Triunfo. En este distrito de Lima, decidió construir una piscina a pocos metros del cementerio Nueva Esperanza. Te contamos la historia del peculiar sitio.

Dzevat Seferi, fundador de la Piscina Dzevataky, decidió venir al Perú por amor a su familia. Foto: Jessica Merino/La República
Dzevat Seferi, fundador de la Piscina Dzevataky, decidió venir al Perú por amor a su familia. Foto: Jessica Merino/La República

Dzevat Seferi nació en Yugoslavia, pero es actualmente vecino del distrito de Villa María del Triunfo, en donde, además, es dueño de la piscina Dzevataly. Él abandonó su país natal por amor, pues conoció a una peruana que conquistó su corazón y con quien ahora tiene tres hijos.

Al llegar al Perú, Dzevat Seferi incursionó en la panadería, pero al poco tiempo decidió construir una piscina en medio de los cerros de Villa María del Triunfo y a escasos metros del cementerio más grande de Lima, Nueva Esperanza. Conoce en la siguiente nota la historia del singular lugar.

¿Por qué Dzevat Seferi creó una piscina en los cerros de VMT y cerca del cementerio Nueva Esperanza?

Cuando Dzevat Seferi vino al Perú no pensó que se quedaría a residir en Villa María del Triunfo, pero el amor por su familia pudo más. Así, el 11 de noviembre de 1998 se asentó en esta zona de Lima y ya para el año 2000 se ganaba la vida como panadero.

En este oficio inicial, Dzevat Seferi percibió que no vendía muchos panes en el verano y que debía idear un plan para que su familia no se desabastezca económicamente. Así, con la sugerencia de uno de sus hijos creó una piscina, que, aunque inicialmente era para su uso particular, al poco tiempo abrió para el deleite de grandes y chicos.

"Cuando estaba yendo con mi hijo a otra piscina, era lejos, a Chosica, José Gálvez, no había mucho y me dio idea de esto para abrir una piscina acá. "Ya, pues, papá, para no ir tan lejos, para bañarnos aquí mismo (le dijo su hijo)", contó para La República.

Dzevat Seferi inició su popular 'Piscina de los muertos' cobrando el valor simbólico de S/1,50 y, según relató, al principio el espacio era solo la mitad de lo que es ahora. Asimismo, la construcción de todo el complejo fue apoyada por el exburgomaestre de Villa María del Triunfo y sus amistades, quienes le otorgaron maquinaria y otros artículos para hacer posible su sueño.

Aunque en pandemia estuvo cerrada su piscina al público y él tuvo que ser '1.000 oficios', tras el fin de la cuarentena volvió a reabrir para el deleite de sus fieles clientes. Desde ese entonces, no hay verano que no esté abierta al público.

"Es una satisfacción cuando ves que los niños se divierten dentro del agua, juegan. Realmente una satisfacción bien grande es que la gente se sienta muy contenta, muy feliz de estar acá", confesó Dzevat Seferi.