Joanna Alfaro-Shigueto: la niña que disfrutaba de la playa La Herradura y hoy trabaja por el mar
El Día Mundial de los Mares es una fecha propicia para sumergirse en la importancia del gigante azul a través de los ojos de una destacada bióloga peruana.
Para Oquendo de Amat, uno de los mayores exponentes de la poesía peruana, el mar es “un contador azul”. Para Joanna Alfaro-Shigueto, una bióloga especializada en la preservación de especies marinas, este contador azul “es belleza, pero también oportunidad”.
La experta de 53 años que encontró su campo de estudio en la fuente de inspiración de literatos, héroes y cantantes inició su camino en la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Ricardo Palma y lo fortaleció en 2012, cuando obtuvo su doctorado en la Escuela de Bio-Ciencias en la Universidad de Exeter, Inglaterra.
Su rutina ahora se divide entre la docencia de Biología Marina de la Universidad Científica del Sur (Lima), su membresía en la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), su puesto directivo en la organización sin fines de lucro Pro Delphinus y su cargo como representante sectorial del Comité Consultivo de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas. Los océanos cubren alrededor del 72% de la superficie de la Tierra, pero en la vida de Joanna es casi un 100%.
Los océanos cubren alrededor del 72% de la superficie de la Tierra, pero en la vida de Joanna es casi un 100%. Foto: Pexels
Día Mundial de los Mares: 44 años de conciencia
Frente a la labor de esta bióloga peruana es oportuno subrayar en azul el Día Mundial de los Mares. Fue la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el cuerpo que estableció —desde 1978— cada 29 de septiembre como fecha conmemorativa. ¿El objetivo? Mantener y mejorar la seguridad de la vida marina.
Se trató de un paso formal ante una iniciativa que había surgido en 1948 con la creación del primer organismo dedicado a la protección de la masa líquida: la Organización Marítima Internacional (OMI).
Cuando esta celebración se instauró en los calendarios del mundo, en una zona costera de Perú, Joanna compartía con su familia su aprecio por el gigante de agua. “La Herradura era la playa a la que cada verano iba con mis padres y con mis primos. ¡Yo tenía un montón de primos! No importaba si nos revolcaba el mar o si comíamos arena, después comíamos cucuruchos y era lo mejor. Es muy diferente a lo que es La Herradura hoy, lamentablemente”, narra.
La Herradura es una playa ubicada en el distrito de Chorrillos, Lima. Foto: Olas Perú
Agotada la infancia, Joanna asume la vida adulta envuelta en un gusto que jamás perdió de vista: está enfocada en la investigación científica, en la preservación de especies marinas y en la introducción de métodos más sostenibles en la pesca a pequeña escala. Además, en 2012 su trabajo obtuvo un reconocimiento internacional: el Whitley Fund for Nature, un premio a los líderes de conservación en el Sur Global.
Joanna Alfaro-Shigueto: confesiones acerca del mar
— ¿Qué simboliza la palabra mar para usted?
— Para mí el mar es todo. Yo mirando al mar me recargo, me apasiono. Si estoy trabajando con gente de mar, lo disfruto muchísimo. Me encanta. Creo que es el conducto humano que me ha llevado a otros niveles. (...) El mar es belleza, pero también significa oportunidad: ¿qué cosas podemos hacer mejor?
— En varias entrevistas ha señalado que la vocación surgió gracias a los diccionarios y libros que su padre llevaba a casa, ¿conserva algún ejemplar?
— No tengo ningún ejemplar, pero sé que eran estos diccionarios de Larousse que tenían unas páginas ilustradas. (...) Había partes del diccionario donde aparecían animales, y algunos animales de los que me parecían más exóticos eran las aves del paraíso.
— ¿Qué acciones fortalecen la relación hombre-mar?
— Creo que estas relaciones se pueden fortalecer mucho si hay empatía, si consideramos al mar como algo que tenemos que cuidar porque dependemos de él. Hay una conexión al mar que es directa, es obvia: soy pescador, vivo del mar, del pescado que vendo. Pero también hay otra: los surfistas, por ejemplo, no podrían practicar su deporte favorito si no hubiera mar... O hay gente que va a meditar frente a él. Para muchos de los usuarios del mar, la conexión es la playa.
El mar y sus principales problemas
Si bien la contaminación es uno de los mayores contratiempos ante el cuidado marino —como lo señala las Naciones Unidas en su portal oficial, “los peligros de la contaminación han estado siempre presentes, ya que suponen una amenaza para los recursos costeros y para todas las formas de vida marina”—, Joanna hace hincapié en otros problemas que aquejan al gigante azul.
“Al mar lo sobreusamos, hay una sobrepesca, un uso descontrolado. Pero también hay que tener en cuenta a la gente que trabaja en el mar: los pescadores no son escuchados o no son considerados como un rubro importante, cuando realmente lo son. Si no hubiera pescadores artesanales, los peruanos no tendríamos qué comer”, sostiene.
Personal limpia con disolvente las rocas con restos de petróleo en la playa Cavero, en Ventanilla. Foto: EFE
La profesional agrega que “también hay situaciones como las políticas de protección al mar: son muy vagas, muy sueltas” y, además, una carencia en el registro de los recursos marinos.
“Hay muchos recursos marinos que todavía no están en estas listas porque, primero, no han sido descubiertos. (...) El principal reto es que en muchos casos no conocemos lo que hay en el mar: si no lo conocemos, es muy difícil protegerlo. Esto debería ser a todo nivel, no solamente de especies, sobre todo de hábitats”, concluye.