Descenso Liga 1: Vallejo y Mannucci bajan, UTC se salva
Estos son los equipos que jugarán la Liga 1 en 2025
Datos lr

Jesús en la cruz: ¿por qué es un símbolo tan importante para los católicos?

La figura de Jesús en la cruz tiene gran importancia para la religión cristiana. Descubre en este Viernes Santo a qué se debe.

Decenas de personas recorren las iglesias como tradición por Semana Santa. Foto: AFP
Decenas de personas recorren las iglesias como tradición por Semana Santa. Foto: AFP

Este 15 de abril se festeja el Viernes Santo, uno de los días más trascendentales y emotivos de la Semana Santa debido a que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús. Durante este día los fieles católicos guardan ayuno y abstinencia de carne a modo de penitencia.

Son muchos los templos e iglesias a nivel mundial que llevan la figura de Jesús en la cruz en sus paredes, incluso los fieles católicos suelen llevar crucifijos en el cuello como símbolo de fe. Conoce a continuación por qué la figura de Jesús en la cruz tiene gran importancia para la religión cristiana.

¿Por qué el símbolo de Jesús en la cruz es tan importante para los católicos?

La importancia de este símbolo para la religión católica radica en que representa la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, ya que, según las creencias religiosas, en la cruz Jesus venció a la maldad y rescató a la humanidad de la condena.

Viernes Santo

La figura de Jesús en la cruz representa la salvación. Foto: AFP

En pocas palabras, simboliza el sacrificio que realizó Jesucristo, el Hijo de Dios, al llevar el castigo que carga la humanidad por sus pecados. Por ello, se asocia con el inmenso amor que siente Dios por su creación, así como con el recuerdo de la esperanza en la resurrección.

¿Por qué Jesús fue crucificado?

En la antigüedad, la crucifixión era un castigo que se aplicaba a los esclavos y a los criminales, incluyendo a los rebeldes y sediciosos, y solo las autoridades romanas —en este caso el prefecto Poncio Pilato— tenían potestad para ejecutarla.

Los Evangelios relatan que Jesús de Nazaret fue condenado a este castigo por sedicioso y blasfemo, ya que además de afirmar ser el Mesías y el Hijo de Dios, también desplegaba acciones rebeldes (como la expulsión de los mercaderes del templo) y juzgaba el accionar de los falsos profetas.

Pero esa no es la única razón. Según la biblia, Jesús fue crucificado porque, a través de este sacrificio, Dios libraría a la humanidad de sus pecados y restauraría la paz y el orden en la Tierra.

¿Qué pasó con la cruz de Jesús?

Durante los primeros siglos del cristianismo, no hubo una mención del destino de la cruz sobre la cual Jesús fue condenado a morir. Sin embargo, las primeras referencias de un posible hallazgo de dicho instrumento se encontraron en el libro “La historia de la Iglesia”, que habría sido escrito en el siglo IV por el obispo e historiador Gelasio de Cesarea.

Semana Santa

Según un relato, la verdadera cruz fue identificada al curar a una mujer enferma. Foto: Basilica di Santa Croce, Florencia

El texto menciona que fue Elena, madre del emperador romano Constantino, quien halló la llamada “vera cruz” en Jerusalén y trasladó una parte a Roma. Con la expansión del cristianismo en Europa durante la Edad Media, diversos fragmentos de la cruz (lignum crucis) empezaron a ser llevados a varias iglesias.

¿Cuáles fueron las últimas palabras de Jesús en la cruz?

Las palabras que expresó Jesús en la cruz antes de morir tienen un profundo significado. Cada una de ellas sirve de ejemplo para que los fieles encaminen su amor a Dios y al prójimo. Además, se trata de un mensaje de esperanza y de fe. Estas palabras se encuentran registradas en los evangelios del Nuevo Testamento.

  • “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34)
  • “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:34)
  • “Mujer, he ahí tu hijo. Hijo, he ahí tu madre” (Juan 19:26-27)
  • “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mateo 27:46)
  • “¡Tengo sed!” (Juan 19:28)
  • “Todo está consumado” (Juan 19:30)
  • “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23:46)