Errores de la CPL en la FIL de Lima 2025
El antes y después de la llegada de la Dircote al stand de Ediciones Achawata para determinar si su libro de Polay es apología del terrorismo o no.

La cancelación del libro Revolución en Los Andes (Ediciones Achawata) de Víctor Polay Campos ha desatado versiones encontradas sobre si dicha anulación fue censura o no. Como indicamos en La República la semana pasada: en la noche del 28 de julio, Ediciones Achawata recibió un mensaje de la Cámara Peruana del Libro (CPL) en donde se le comunicaba que la presentación del libro Polay no se iba a poder dar por preservar el orden público. La presentación de la publicación estaba programada para el martes 29 de julio. La editorial Achawata no se quedó callada y denunció el hecho como un acto de censura.
El viernes 1 de agosto, en horas de la tarde, la Dircote se dirigió al stand de Ediciones Achawata a recoger información de la publicación para determinar si es o no apología del terrorismo. Las reacciones no se hicieron esperar. Hay quienes apoyan a la editorial y otros quienes piensan que la presentación debió cancelarse para, precisamente, mantener el orden público. En ningún momento se prohibió la circulación del libro (de haber sido así, sí estaríamos ante una evidente censura) y este escándalo le ha significado una buena promoción. No hay que negarlo.
Hay algo que se debe tener en cuenta: los temas relacionados con Polay, el MRTA, Sendero Luminoso, Abimael Guzmán y cualquier cosa que se les parezca, sí generan polémica e incomodidad a razón de que aún hay heridas abiertas en la sociedad peruana. No hay que olvidar que la época del terrorismo que vivió el Perú no tiene 200 años, es más bien un trágico periodo reciente, muy caliente como para pasar desapercibido.
Todas las programaciones de la FIL de Lima se hacen con más de un mes de anticipación. Quien escribe tuvo dos actividades en la FIL y sabía de las mismas desde hace un mes.
La presentación de Revolución en los Andes, programada como dijimos para un 29/7, era algo que se sabía entre Achawata y la CPL. Achawata propuso presentar el libro de Polay y la CPL dijo ya, claro que sí, cómo no. Cuando la programación se hizo pública, fue que empezó la bulla en redes. En ese escenario hubo comentarios atendibles y otros que eran un llamado a la violencia. Ya hemos visto lo que trae la violencia ideológica (tanto de izquierda y derecha). Dos ejemplos, uno local y otro internacional: el expresidente Francisco Sagasti, en octubre de 2021, fue víctima de grupos de derecha radical cuando iba a presentar su libro en Barranco; y en agosto de 2022, Salman Rushdie fue apuñalado en el condado Chautauqua de Nueva York. Ambos eventos están pautados por el enardecimiento ideológico en escenarios culturales.
Que la CPL haya cancelado la presentación del libro de Polay, no la libra de la responsabilidad mayor: haber programado ese libro para un 29/7. La CPL debe asumir su responsabilidad.















