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Cultural

Un adiós a Sandro Bossio, escritor incontrastable

Huancayo. Escritores y periodistas del valle del Mantaro y de todo el país lamentan la muerte del autor de El llanto en las tinieblas y La fauna de la noche.

Personaje. Bossio fue narrador, periodista y maestro. Foto: difusión
Personaje. Bossio fue narrador, periodista y maestro. Foto: difusión

De Sandro Bossio Suárez se puede afirmar que fue profeta en su tierra, Huancayo. Y fue tan reconocido y querido que aun en vida el Instituto de la Juventud y Cultura de la Municipalidad Provincial de Huancayo le dedicó la séptima edición de la Feria Internacional del Libro, Ciudad Incontrastable.

“En esta edición, Sandro hizo su última aparición pública, un 26 de mayo del 2023, en el que se le otorgó el máximo reconocimiento como personalidad meritoria de la cultura de manos del viceministro de Cultura.

Desde la Municipalidad Provincial de Huancayo, ya se le había rendido un homenaje en la VI Edición de la Feria del Libro. De hecho, el maestro ha sido galardonado como Hijo Predilecto y con el Escudo Huanca”, nos dice desde Huancayo Karen Oba, gestora del homenaje.

Al respeto, Oba sostiene que si bien los homenajes son importantes, “también se deben generar las condiciones necesarias para que nuestros artistas, escritores y cultores del valle del Mantaro y del Perú vivan en condiciones de dignidad a través de políticas públicas que protejan sus derechos mínimamente de salud y laborales”.

Sandro Bossio además fue periodista y maestro universitario. Karen Oba revela que “lo hemos leído mucho en el suplemento Solo 4. Y lo hemos escuchado en las clases de periodismo que dictaba en la facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNCP. Él tenía un sello especial: era muy impecable en todo sentido, desde su forma de hablar, la información se compartía, hasta su manera de vestir. El respeto con el que se dirigió a sus estudiantes se traduce en la manera en la que se preparaba para cada clase.

Hablar de él es hablar de la ciudad de Huancayo. Un escritor muy cosmopolita que se nutría de diversas partes del mundo, pero no perdía la esencia de sus orígenes”.

Desde Lima, el escritor Javier Arévalo recuerda que “Sandro Bossio se ganó un premio para escribir en un castillo europeo. Era una especie de padrino para cualquiera que tuviera que pasar por Junín.

Su prosa era tan atildada como él y su flacura que paseaba con elegante bufanda. Era demasiado literario para que fuera fichado por una industria de editoriales transnacionales que solo quieren vender libros, no experiencias literarias. Me doy cuenta de que una amistad de quince años se reduce a chilcanos, mesas de bares y chismes de escritores. Yo le publiqué dos cuentos en ediciones de no menos de cuarenta mil ejemplares cada una: siempre sentí que ese es el mejor homenaje a un escritor: publicarlo y pagarle”.

Por su parte, el poeta Pedro Escribano nos dice que “uno de los aspectos importantes de la obra de Sandro es que fue escrita desde Huancayo, pero sus historias y escritura superaron desde lejos ese largo y falso prejuicio de ser escritor de provincia. Tuvo la imaginación, el rigor y la técnica para entregarnos novelas que no se han podido escribir sin investigación histórica, social, ni tener una gran versatilidad en el manejo del lenguaje. Además, de interpolar tiempos, en un marco de la violencia del pasado con la violencia del presente. Ese era el fuste literario de Sandro”.

Su paisano, el escritor Ugo Velazco reconoce que Bossio “ha sido dueño de una de las expresiones literarias más notables del centro del país, a la par con Edgardo Rivera Martínez o Carlos Villanes Cairo (...) Otra faceta, quizá la que gozaba con la misma pasión con que escribía sus relatos, fue la de viajero. Guiado por libros y amistades en varios países, vivió la literatura junto a sus seres más cercanos. Vivir era escribir para él, nutrirse de experiencias y geografías que más tarde perpetuaría en sus mejores páginas. La llegada de la pandemia no fue limitante, de modo que me invitó a dictar un taller de narrativa a su lado. De tal experiencia me he quedado con la imagen de un hombre que le ha dado todo a la literatura, y con algo que me repitió varias veces: ‘El único deber y compromiso del escritor: escribir y hacerlo bien’”.

El dato

Huancayo en el corazón. Sandro Bossio Suárez (1970-2023) nació y vivió en Huancayo, donde desarrolló su carrera literaria. Ganó “El cuento de las 1000 palabras”, de la revista Caretas (1992); y el Premio Nacional de Novela Corta del BCR 2002 con su novela El llanto en las tinieblas.

Editor de la sección Mundo, del diario La República.