Falleció Martha Hildebrandt, guardiana de la lengua
Homenaje. Reconocida lingüista y política peruana tenía 97 años de edad.
Siempre estaba atenta a la lengua viva. Celosa del buen decir, hacía observaciones, corregía. Investigaba cómo el idioma de Cervantes se había extendido entre nosotros, en sus sonidos y en sus formas, como son los peruanismos. Martha Hildebrandt, que era una suerte de guardiana de la lengua, falleció ayer, en su domicilio de Miraflores, a los 97 años de edad. Su vida no dejó de ser polémica tanto en el campo cultural como en el político. Llegó a ser la primera directora del Instituto Nacional de Cultura creado por la junta militar de Juan Velasco Alvarado.
Su figuración comenzó muy temprano, cuando ingreso a la Universidad de San Marcos a los 14 años de edad y se le exigió una edad mínima para que accediera a sus estudios universitarios. A esa edad, amante de las artes, se dedicó a la danza y al piano.
Martha Luz Hildebrandt Pérez-Treviño nació en la localidad de Chiclín, distrito de Chicama, provincia de Ascope, La Libertad, el 13 de enero de 1925. Sus primeros años de estudios lo inició bajo la guía de sus padres quienes residían en la hacienda de Paramonga.
Establecida en Lima, ingresó a San Marcos en dos carreras, en Letras y Pedagogía. Ella contaba que se sintió más cómoda en Letras, sobre todo en el campo lingüístico. Obtuvo el bachillerato con la tesis Asimilación y disimilación y el doctorado con El español en Piura. Ensayo de dialectología peruana, trabajo con el que ganó el Premio Nacional de Fomento a la Cultura. En su vida, ganaría dos veces más esta distinción.
Publicó La lengua de Bolívar (1961), Peruanismos (1969), El léxico de Bolívar (2001), El habla culta (o lo que debiera serlo), entre otros libros.
“Martha Hildebrandt Pérez Treviño ha sido Académica de Número de la Academia Peruana de la Lengua desde el año 1971. Una de sus preocupaciones principales ha consistido en el estudio de los peruanismos. Pensaba que ´el español del Perú es una forma del español de América diferenciado en variedades regionales´. Trabajó incansablemente sobre la corrección del lenguaje en los medios de comunicación, tomando en cuenta el uso apropiado y el uso no admitido, así como los riesgos de vulgaridad y afectación. Son importantes sus comentarios en torno a erratas, omisiones, gentilicios, definiciones en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua”, recuerda Eduardo Hopkins, presidente de la Academia Peruana de la Lengua.
Para el poeta Marco Martos, expresidente de la Academia de la Lengua, considera que Hildebrandt “es la primera estudiosa de importancia de fonética y fonología en el Perú”.
“A partir de la fonética y fonología, se interesó también en el lenguaje de los peruanos y ese es el rubro más popular de ella, pues escribió sus importantes libros Peruanismos, El habla culta y mantuvo una página muy consultada en un diario nacional. Yo creo que ese fue su principal colaboración social de ella a la manera de hablar de los peruanos”, subraya Martos.
La otra cara de luna
Martha Hildebrandt tuvo otro faceta, la de política. Trabajó con el gobierno de las Fuerzas Armadas y después con el fujimorismo, con el que llegó a asumir la presidencia de la mesa directiva del Congreso. Tuvo actuaciones polémicas, como ponerse al lado de la dictadura del fujimorismo o como el 2006, cuando cuestionó que las congresistas cusqueñas Hilaria Supa y María Sumire juramenten en lengua quechua, aunque ella después solicitó que hayan traductores.
Sin duda, lo mejor de ella está en sus libros.