Rowi Prieto: el peruano de la serie ‘Travesuras de la niña mala’
El actor formado en teatro interpreta a Paúl Escobar, el amigo del protagonista de la novela de Mario Vargas Llosa. “La adaptación fue un reto absoluto”.
En la serie ‘Travesuras de la niña mala’, basada en la novela de Mario Vargas Llosa, el peruano Rowi Prieto interpreta al Gordo Paúl. Postuló al casting desde Argentina, país al que se había mudado para estudiar guion de cine y al que viajó convencido de que era “difícil conseguir” personajes en Perú. “Tengo un perfil muy específico, soy un gordito rubio... y no hay mucho dónde actuar. Dije: ‘Antes de estar persiguiendo castings, me voy’.
Prieto (29), alumno de Alberto Ísola y de Roberto Ángeles, postuló a la serie de ViX+ por consejo de la actriz Alexandra Graña. “Voy a romper las ilusiones, pero no solamente (ya) no quería dedicarme a la actuación, sino que quería una maestría en algo bastante alejado del arte (sonríe). Sobre todo por los dos últimos años que estamos teniendo en Perú”, nos dice por teléfono. “Si eres solo actor, te faltan herramientas para sobrevivir”.
En Lima actuó en Cielo abierto, la obra protagonizada por Alberto Ísola y Wendy Vásquez, pero cuenta que, a pesar de “tener privilegios”, viajó poco después. “Ese fue el único gran montaje que hice. Mi madre (Sara Silva) es actriz y fue productora de televisión, y yo conocía a la gente que me podía dar trabajo. Pero esto no es como Ingeniería que vas y postulas a un trabajo, esto no depende de los artistas y no siempre hay espacio para todos”.
Bromea con que lo económico seguía siendo “un infierno”. Luego de terminar su licenciatura, viajará a México, país en que se encuentran otros peruanos como Nidia Bermejo “Argentina es un apocalipsis constante, pero podía estudiar y trabajar; en Perú sería más caro. No es fácil, pero tuve el privilegio de tener una familia que puede ayudarme. En México les contaba que en Lima no es raro dormir en un sillón mientras estás grabando. Allá todos tienen un cámper, así no grabes. Es otra mentalidad y otras leyes”.
—En cuanto al guion, ¿qué te pareció la versión de la novela del Nobel?
—El trabajo que ha hecho María Lopez Castaño es un reto absoluto. Mientras yo leía el guion, decía: ‘No sé si tendría los ‘ovarios’ de esta mujer para mandarse con un libro tan importante, es admirable’. Claro, el libro es tremendamente machista, del 2006, escrito por un hombre de 60 años, tampoco podíamos esperar que tenga perspectiva del feminismo. No se cambió la historia, pero ‘la niña mala’ tiene una voz que importa, no está para orbitar el personaje de Ricardo. Son dos los protagonistas.
La serie es protagonizada por Macarena Achaga. Foto: composición LR/Vix Plus
—¿Cómo describirías a Paúl, chef y revolucionario?
—Cuando lo leí, pensé que se equivocaron, porque la descripción decía que era un gordito alegre, de sonrisa eterna, simpático, que era el amigo cómico, pero los textos eran de un líder revolucionario. Releí el libro y me di cuenta de que así era él, y busqué la forma en que puedan convivir estos dos lados radicales. Desde el inicio decidí que no iba a levantar la voz, y no lleva armas; por ejemplo, eso lo decidimos con el director. Pensé que él está dispuesto a morir por lo que cree, pero no a matar. Además, por suerte, no utilizamos la palabra “terrorismo”, se trató con mucho cuidado esta revolución que podría haberse convertido en terrorismo.
—¿Y qué pensabas de la literatura de Vargas Llosa?
—Viste que entre peruanos nos metemos cabe siempre, ¿no? En algún momento pensé que era uno más, una de las vacas sagradas de la literatura. Pero ahora creo que esto del cambio radical es muy de Vargas Llosa. Hace poco se ha separado. ¡Es un hombre de 80 años! Realmente, no le tiene temor al cambio y eso se ve en sus personajes, ninguno tiene miedo y cambian de país sin problemas. Yo tuve que trabajar en eso, y va a sonar malagradecido, pero hubo un momento en el proceso de selección que me dijeron: ‘viaja a México’, y yo dije: ¡¿por qué?! (ríe). Tuve que creerme el personaje de la aventura.