Jeremy Strong: “Seguimos siendo testigos de injusticias y actos corruptos"
El ganador del Emmy conversa con La República sobre su papel en la película El juicio de los 7 de Chicago.
- Películas y series 2026: fechas de los estrenos más esperados del próximo año en cines, Netflix, Disney Plus, Prime Video y otras plataformas
- Estrenos de Netflix en diciembre 2025: lista completa de películas y series nuevas

Jerry Rubin fue un activista estadounidense que lideró las primeras protestas contra la guerra de Vietnam a fines de los 60. Fundador de los Yippies (Partido Internacional de la Juventud), también jugó un rol importante en la interrupción de la Convención Nacional Demócrata de 1968, motivo por el cuál fue juzgado junto a otros siete líderes. Jeremy Strong, (Kendall Roy en la serie Succession, rol por el que obtuvo este año el Emmy como mejor actor de serie dramática); da vida a Rubin en la película El juicio de los 7 de Chicago que se estrenó este fin de semana en Netflix, un personaje que disfrutó construir tal y como revela en esta entrevista con La República.
Jerry Rubin es un hombre de convicciones, que cree en sus ideales y que lucha contra un sistema que prácticamente lo condena por eso. ¿Qué tanto de la historia de estos manifestantes se repite en el mundo de hoy? ¿Las cosas han cambiado?
La película es una batalla sobre creer en el cambio y creer además en el poder del activismo y la protesta en consecuencia a la necesidad de enfrentar injusticias y opresiones. Hoy en día seguimos siendo testigos de actos corruptos e injusticias, que nos hacen levantar la voz en símbolo de oposición. No estamos en una realidad tan lejana a la de aquellos tiempos, sin embargo, hoy en día existen muchas más herramientas de cambio que logran tener un alcance mundial, haciendo el activismo más asequible. Las redes sociales hacen que muchas más personas unan su voz en protesta, y que sea un grito mundial de apoyo.
¿Cómo ha sido trabajar bajo la dirección de Aaron Sorkin (Red social) en esta película?
Esta película es como tener asientos en primera fila para todas las grandes orquestas del mundo tocando juntas. Ya había trabajado antes con Aaron en Apuesta maestra y cuando leí el guión de El juicio... quedé totalmente fascinado. Aaron es uno de nuestros mejores guionistas y esta es la historia de nuestros tiempos. Es una persona magnífica y un excelente director y escritor, es como ver a Beethoven componer una sinfonía, tiene ese nivel de precisión, de creatividad, es un visionario. Trabajar con Aaron es como el Santo Grial para un actor.
¿Qué es lo que más rescata de su personaje: Jerry Rubin?
Mi experiencia con él fue brillante, por un lado, Aaron te ayuda a entender al personaje y te guía hacia ese fin, pero también te da el espacio necesario para que puedas interiorizar. Jerry Rubin es un personaje complicado, él es libre, nadie puede decirle qué hacer o cómo pensar. Al final logramos un Jerry Rubin con el que estuvimos muy satisfechos.
La película incorpora a través Jerry Rubin y Sasha Baron Cohen (Abbie Hoffman) cierto toque de comedia al drama que se espera debido a la temática. ¿Esto fue algo premeditado para sus personajes?
Creo que Aaron (Sorkin) necesitaba buscar formas de balancear la seriedad de la temática y tener dramáticamente diferentes colores y matices, para graficar a través de emociones todo lo que fue este caso. Por otro lado, la comedia no solamente es un recurso, ya que estos personajes en la vida real eran parte del partido ‘Yippie’, que se veían a ellos mismos como grandes bromistas, era su manera de protestar. En una ocasión, Jerry fue llamado al Comité activistas y fue vestido de Santa Claus, luego como un soldado revolucionario americano, y así, entonces él era un payaso, pero al mismo estilo de los de Shakespeare, utilizaba la comedia para decir la verdad, era su manera de expresarse. Creo que tanto él como Abbie Hoffman utilizaban la broma como un caballo de Troya, y así entrar en la seriedad del activismo y sus convicciones.
¿Cómo fue la experiencia de compartir con un reparto tan completo como el de la película?
Se sintió como estar con el Dream Team de los juegos olímpicos de 1984, solo que aquí todos eran Michael Jordan. A muchos de estos actores los conozco y admiro desde hace años, Eddie, Mark, Sasha, que aunque es muy gracioso es siempre el más serio a la hora de filmar. Realmente fue un honor compartir pantalla con todos. Sin lugar a dudas, disfruté mucho de esta experiencia. Como actor, al entrar a una película, es como si entraras a un sueño, a una realidad alterna que en ese momento se convierte en tu verdad, creamos algo real que nos ayudó a conectarnos.




















