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‘Yo soy Sam’ y las escenas que expusieron el amor incondicional de un padre

La película de Sean Penn tiene dos momentos que provocaron un nudo en la garganta de los espectadores. La interpretación del actor le valió un Oscar.

Yo soy Sam, la película que le dio un Oscar a Sean Penn - Crédito: Bedford Falls Productions
Yo soy Sam, la película que le dio un Oscar a Sean Penn - Crédito: Bedford Falls Productions

En el marco del Día del Padre, hay una película protagonizada por Sean Penn que puede ser vista en familia.

Yo soy Sam', el largometraje que lanzó a la fama a Dakota Fanning, en aquel entonces solo de 7 años, nos presenta a un joven con discapacidad intelectual que lucha por quedarse con su hija Lucy.

Sam Dawson, quien fue engañado por una mujer que solo usaba su casa como refugio, se quedó a cargo de la niña que tuvieron juntos tras su abandono.

Yo soy Sam, la película que le dio un Oscar a Sean Penn - Crédito: Bedford Falls Productions

Yo soy Sam, la película que le dio un Oscar a Sean Penn - Crédito: Bedford Falls Productions

Cuando la pequeña cumple 7 años, las autoridades intervienen en su casa y determinan que ha comenzado a tener más capacidad mental que su padre, lo que originó un juicio por su custodia.

De entre todas las escenas, la parte del juicio contra Sam y la conversación que tiene con su abogada son las que se llevan los aplausos de los espectadores al ser duras, pero reales. Además, demuestran que el amor incondicional entre un padre y su hija no puede ser quebrado por nada.

Yo soy Sam y la imperfección

En la primera escena vemos a Rita Harrison (Michelle Pfeiffer) pedirle a Sam que no decaiga en la lucha por quedarse con Lucy, pero él ya no puede más. “Lo intenté. Tú no sabes cómo es tratar algo y no obtener nada, ¿sabes por qué? Porque eres perfecta y yo nací como soy. Personas como tú no lo saben, no tienen sentimientos”, le dice a Rita.

Sam y el juicio por Lucy

En la etapa final de la cinta el juicio se desarrolla. Aquí vemos cómo los abogados del estado son directos con Sam y le preguntan si ama o no a su hija, a lo que él responde que sí.

“Si usted ama a su hija, y sé que es cierto, ¿no considera que merece más?” , le dice el hombre de leyes a Sam; él responde que sí. “Lucy es mi hija y la amo. Yo sé que ella merece lo mejor y todo el mundo lo dice. Este es el fin para mi, quiero parar”, son las palabras finales del personaje.