Misterio, la serie: cómo fue la muerte del líder original de la Trinchera Norte
A propósito que hoy, 28 de febrero, cuando se cumplen 15 años de la emisión del primer episodio de la serie ‘Misterio’, conozca la historia del hecho que catapultó al personaje a la ‘fama’ nacional: su muerte.
Hablar de ‘Misterio’ nos lleva a la mente, casi de inmediato, a la popular serie de televisión que se emitió allá por 2005. Esa que contó la vida y la pasión de un barrista de Universitario de Deportes, que pasó de ser “prácticamente nadie” a el líder y hombre más poderoso de la Trinchera Norte.
Sin embargo, hablar de ‘Misterio’ es también hacer mención a Percy Ramón Rodriguez Marchand, el hombre que existió detrás del personaje y del mito popular.
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Este 28 de febrero se cumplen 15 años de la emisión del primer episodio de la serie ‘Misterio’. A propósito de esta fecha, conozca la historia de cómo se desencadenó el hecho que lo catapultó a la ‘fama’ nacional.
Todos los que han visto la serie recordarán que ‘Misterio’ se reúne con algunos de sus compañeros de barra, un año después de la muerte de ‘Caradura’ para juerguear y de pronto propone jugar a la ‘ruleta rusa’. Es ahí donde, tras unos intentos donde no se disparó la bala, se pone el arma en el parietal y acaba con su vida.
En la vida real, ¿la historia fue diferente de lo que la ficción entregó? ¿Cuáles fueron los hechos?
Percy Ramón Rodriguez Marchand nació el 6 de junio de 1971 y vivió siempre en el barrio de Mangomarca, en San Juan de Lurigancho. Pero meses antes de fallecer, ya arropado bajo la identidad de ‘Misterio’, se mudó a la habitación de un edificio ubicado en la cuadra 9 de calle Mello Franco de Jesús María, tras recibir amenazas de muerte por parte de sus enemigos.
Fue ahí donde creó su propio ‘búnker’, un lugar que compartía con otros barristas de su círculo más íntimo. Un lugar que, durante las noches, muchas veces reinó el descontrol rodeado de alcohol y droga.
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Fue en una de esas noches, la del viernes 6 de junio de 1997, cuando Percy y cerca de seis integrantes de ‘Locura’ (una de las tantas barras de la Trinchera Norte) se juntaron en este cuarto para celebrar. Algunas versiones afirman que fue por el aniversario de la Barra Oriente de Universitario de Deportes, otras sostienen que fue para recordar a su fallecido amigo ‘Caradura’ y una tercera versión dice que fue una ‘junta’ por su cumpleaños.
Luego de una madrugada de juerga y ya en la mañana del día siguiente —aproximadamente a las 9 a. m.—, Misterio sacó una pistola de un ropero. Su pistola. El arma que hace más o menos un mes había comprado para defenderse, en caso de que su vida se vea expuesta a un peligro inminente.
Era un revólver Taurus calibre 38 y por su cabeza se cruzó la idea de ‘jugar’ al macabro juego de la ruleta rusa. Según un barrista entrevistado a finales de la década del noventa por el programa La Revista Dominical, Percy intentó “hacerse el valiente” ante los demás y les instó a jugar pese a que no querían, por miedo a que suceda una desgracia.
Influenciado por los efectos de la cocaína y el alcohol, inició la acción. Misterio se dio el primer gatillazo en la cabeza y no pasó nada. El segundo se lo propinó a uno de sus acompañantes en la boca del estómago. Afortunadamente, tampoco le causó ningún daño.
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Confiado y seguro de su suerte, el tercer tiro se lo volvió a dar ahora en un costado de la cabeza. Y fue entonces cuando, sin buscarlo ni prevenirlo, Misterio se quitó la vida en un instante.
Ese sábado 7 de junio de 1997, con 26 años recién cumplidos, Percy Rodríguez Marchand dejó este mundo y nació la leyenda de ‘Misterio’. Para algunos fue un héroe y un ejemplo a seguir; para otros, un delincuente y un inadaptado social.
Sea cual sea el cristal con el que se mire, se trata de uno de los personajes más particulares del que se tiene registro en nuestra ciudad y, al mismo tiempo, un reflejo de miles de jóvenes que buscan escapar de una realidad adversa escudados (o excusados) por la camiseta de un equipo de fútbol.