Científicos de Japón capturan por primera vez en la historia un terremoto ‘en cámara lenta’
Científicos en Japón observan por primera vez un terremoto lento gracias a sensores submarinos, un avance crucial para entender fallas que generan tsunamis.
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Por primera vez en la historia y gracias sensores submarinos de alta precisión, un equipo de científicos en la costa sur de Japón pudo observar un terremoto lento al momento en que liberaba presión tectónica en una zona crítica de subducción. Dicho evento sucedió en 2015 y fue documentado en un artículo de la revista Science, reflejando un avance clave para comprender el comportamiento de las fallas que generan tsunamis.
En la Falla de Nankai, lugar donde la observación fue posible, los científicos detectaron una ruptura progresiva en la interfaz de placas, desplazándose, de forma indescriptible, durante semanas y a velocidad mínima, siendo calificado como un movimiento "en cámara lenta". Cabe resaltar que dicho deslizamiento solo liberó energía sin provocar daños en tierra.
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Sensores captan terremotos lentos bajo el fondo marino
Gracias a los sensores instalados a cientos de metros bajo el fondo marino, los científicos pudieron registrar un desplazamiento de apenas unos milímetros. Ahora, con la ayuda de estos instrumentos, se confirma la existencia de terremotos lentos en regiones de alto riesgo sísmico.
El movimiento fue descrito como una especie de "ripple" que se desplaza por la superficie de contracto entre las placas. Por eso, este evento difiere completamente de los terremotos convencionales. Demian Saffer, director del estudio, afirmó que " este tipo de eventos son esenciales para entender cómo se libera la tensión acumulada sin que se produzcan catástrofes".
Los fluidos geológicos como causa de los deslizamiento sísmicos lentos
En 2020, los científicos volvieron a registrar el deslizamiento sísmico y, junto al evento del 2015, ocurrió en un área donde la presión de los fluidos subterráneos era anormalmente alta. Este descubrimiento apoya la teoría, aún en debate, de que los fluidos geológicos juegan un papel crucial en la formación de deslizamientos sísmicos lentos, aunque no se había demostrado con evidencia directa hasta ahora.
Durante el fenómeno, la ruptura sísmica se extendió unos 30 kilómetros a lo largo de varias semanas. Esta progresión gradual, captada por los sensores en el fondo marino, muestra un patrón tipo "cremallera" que se abre sin movimientos repentinos, lo que confirma que algunas zonas de la falla pueden liberar tensión sin causar grandes terremotos.
El impacto en el Cinturón de Fuego del Pacífico
La investigación podría ser clave para analizar otras áreas del Cinturón de Fuego del Pacífico, región conocida por albergar algunos de los terremotos más fuertes del mundo. Un ejemplo de esto es la Falla de Cascadia, ubicada frente al noroeste de América, donde no se han identificado deslizamientos lentos en su sector más cercano al océano, lo que indica un posible aumento en el riesgo sísmico.
Gracias a la nueva capacidad de monitoreo, los científicos podrán identificar con mayor precisión qué segmentos de una falla están bloqueados y cuáles liberan su energía de manera gradual. Esta información es esencial para evaluar el potencial destructivo de futuros sismos en diferentes partes del planeta.





















