Estos son los utensilios de cocina que liberan millones de microplásticos y contaminan los alimentos
Diversos estudios exponen los riesgos invisibles en utensilios domésticos hechos con plásticos reciclados y antiadherentes, que podrían liberar sustancias tóxicas en los alimentos.
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La cocina puede parecer un espacio seguro, pero recientes estudios científicos han revelado que muchos de los utensilios que usamos a diario podrían liberar sustancias tóxicas que terminan en nuestra comida. Entre los elementos más señalados se encuentran los utensilios de plástico negros, las tablas de picar sintéticas y las sartenes antiadherentes con recubrimientos de Teflón.
Investigaciones han demostrado que estos productos domésticos comunes pueden liberar compuestos peligrosos como el decabromodifenil éter (decaBDE), partículas microscópicas de plástico y sustancias perfluoroalquiladas como el PFOA y el PTFE. La exposición crónica a estos materiales se asocia con alteraciones hormonales, enfermedades respiratorias, problemas reproductivos y hasta cáncer.
El problema de los utensilios de plástico en la cocina
El uso de utensilios de cocina tóxicos hechos de plástico reciclado se ha convertido en un tema preocupante para la salud pública. Una investigación reciente reveló que hasta el 85% de los objetos domésticos negros fabricados con plástico reciclado, incluidos cucharones, espátulas y bandejas, contienen retardantes de llama tóxicos como el decaBDE, una sustancia originalmente utilizada en productos electrónicos.

El plástico negro puede contener químicos tóxicos como decaBDE, provenientes de residuos electrónicos reciclados. Foto: IStock
Este compuesto, prohibido en el Reino Unido desde 2018 bajo el Convenio de Estocolmo y regulado por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. desde 2021, persiste en muchos utensilios de cocina por la reutilización de residuos electrónicos. El decaBDE cocina no solo contamina los alimentos con el uso diario, sino que también se acumula en el cuerpo a través de un proceso conocido como bioacumulación.
Los científicos estiman que la exposición diaria a esta sustancia a través de utensilios de plástico peligrosos podría alcanzar los 34,7 ppm. Esta cifra es alarmante, ya que no existe un nivel seguro oficialmente reconocido para este tipo de químicos en la cocina. A pesar de la prohibición, el uso de materiales reciclados sin control efectivo sigue siendo una práctica extendida, aumentando los riesgos invisibles en los hogares.
Como alternativa, los expertos recomiendan sustituir estos utensilios de plástico por herramientas hechas de acero inoxidable o silicona de grado alimenticio, materiales que resisten altas temperaturas y no liberan compuestos químicos al contacto con el calor o los alimentos.
Las tablas de picar y los microplásticos
Las tablas plásticas para cortar, pese a su apariencia inofensiva, liberan microplásticos en alimentos durante su uso cotidiano. Investigadores de la Universidad de North Dakota analizaron tablas de polietileno y polipropileno, dos de los polímeros más utilizados en estos productos, y descubrieron que un solo corte con cuchillo puede desprender hasta 1.114 partículas.

Las tablas de picar de plástico liberan miles de microplásticos con cada corte. Foto: Inforecickla
Estos fragmentos, invisibles a simple vista, miden menos de 5 milímetros y pueden acumularse en el organismo. Según estudios de los expertos, una persona promedio podría ingerir hasta 50 gramos de microplásticos al año por esta vía. Este fenómeno se suma al creciente problema global de la contaminación plástica invisible.
La ciencia ha identificado múltiples consecuencias: los microplásticos en alimentos pueden alojarse en arterias humanas, elevar el riesgo de infartos, inducir daños celulares y provocar inflamación crónica. Además, muchos de estos residuos contienen compuestos con actividad endocrina que alteran el equilibrio hormonal, afectando funciones metabólicas y reproductivas.
Para reducir la exposición, se aconseja utilizar tablas de cortar fabricadas con bambú o madera natural, materiales más resistentes al desgaste y menos propensos a liberar partículas tóxicas.
Las sartenes antiadherentes y los problemas a la salud
Las sartenes antiadherentes, en particular aquellas con recubrimiento de Teflón, están bajo escrutinio por los efectos del PFOA y PTFE. Aunque el uso del ácido perfluorooctanoico (PFOA) fue eliminado en 2015 por fabricantes principales, sus efectos persisten en los utensilios antiguos y en aquellos dañados por el uso.
A temperaturas superiores a los 260 °C, el recubrimiento de politetrafluoroetileno (PTFE) comienza a degradarse y libera gases tóxicos que pueden causar una condición conocida como “gripe del Teflón”. Este síndrome respiratorio temporal puede agravarse en personas con problemas pulmonares o alergias.
Según un estudio citado por investigadores europeos, una sartén rayada puede desprender más de 9.000 micro y nanopartículas, las cuales pueden transferirse directamente a los alimentos. Estos hallazgos respaldan las preocupaciones crecientes sobre los sartenes de Teflón y sus riesgos, especialmente cuando presentan desgaste.
Aunque la empresa Chemours, fabricante actual del Teflón, asegura que sus productos son seguros a temperaturas normales de cocina, organizaciones sanitarias insisten en la necesidad de una regulación más estricta. Mientras tanto, alternativas como las sartenes de cerámica, hierro fundido o acero inoxidable ganan popularidad como opciones más seguras.