Científicos registran el aterrador sonido del campo magnético cuando la Tierra está girando
Los investigadores mapearon una anomalía geomagnética y lo representaron utilizando ruidos naturales como el crujido de la madera y el choque de rocas al chocar.
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Un equipo de geofísicos ha logrado convertir las alteraciones del campo magnético de la Tierra en un sonido audible. Esta representación auditiva, basada en datos por la misión Swarn de la Agencia Espacial Europea (ESA) revela un inquietante crujido similar al de la madera al quebrarse y el choque de rocas.
El fenómeno, registrado gracias a mediciones satelitales y estudios geofísicos, se vincula con eventos pasados como la inversión del campo magnético ocurrida hace 41,000 años, conocida como el evento de Laschamps. Este descubrimiento no solo proporciona una nueva forma de percibir la actividad del planeta, sino que también despierta interrogantes sobre el impacto del campo magnético en la tecnología y la vida terrestre.

Intensidad del campo magnético en la superficie de la Tierra. Foto: ESA
El sonido del campo geomagnético
La investigación, liderada por el Centro Alemán de Geociencias (GFZ) y la Universidad Técnica de Dinamarca, se basó en datos recogidos durante el monitoreo del campo geomagnético, permitiendo estudiar sus fluctuaciones con una precisión sin precedentes.
El equipo de geofísicos utilizó estos datos para mapear las variaciones del campo magnético y convertirlas en ondas de sonido. Para ello, emplearon técnicas de sonificación, donde las alteraciones en la intensidad y dirección del campo fueron transformadas en frecuencias audibles. Según los investigadores, el resultado es una interpretación acústica que asemeja el sonido del magnetismo terrestre en movimiento, evocando el crujido de la madera y el estruendo de rocas al colisionar.
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La última inversión del campo magnético
El evento más reciente de reversión del campo magnético ocurrió hace aproximadamente 41,000 años, durante el evento de Laschamps. Este fenómeno, identificado en formaciones volcánicas de Francia, marcó un debilitamiento drástico del campo geomagnético, reduciendo su intensidad a apenas el 5% de su nivel actual.
Durante este período, el campo magnético de la Tierra perdió gran parte de su capacidad de protección contra la radiación cósmica y las partículas solares, lo que provocó un aumento significativo en los niveles de berilio-10 en los registros geológicos. Este cambio pudo haber influido en la desaparición de algunas especies de megafauna en Australia y en la alteración de los patrones de ocupación humana en cuevas, según estudios paleoclimáticos.
El proceso de inversión duró unos 250 años, manteniéndose en una configuración anómala durante aproximadamente 440 años antes de regresar a su orientación habitual. Sin embargo, las consecuencias de este fenómeno aún son objeto de estudio, ya que podría haber tenido un impacto significativo en el clima global y la evolución de la atmósfera terrestre.
¿Podría volver a ocurrir una inversión magnética en el futuro?
El debilitamiento del campo magnético observado en las últimas décadas ha generado interrogantes sobre la posibilidad de una nueva inversión. Una de las anomalías más notables es la Anomalía del Atlántico Sur, una región donde la protección magnética es significativamente menor, exponiendo los satélites en órbita baja a un mayor nivel de radiación.
No obstante, los estudios recientes sugieren que las anomalías actuales no están necesariamente vinculadas a un cambio inminente. Según los expertos del GFZ, estos fenómenos pueden ser parte de las fluctuaciones normales del campo magnético, sin implicar una reversión completa. Aún así, si una inversión geomagnética ocurriera en el futuro, sus efectos podrían impactar la tecnología moderna, afectando desde sistemas de navegación hasta redes eléctricas.
















