Descubren que todos los seres vivos emiten una luz tenue que se desvanece despúes de la muerte
Un estudio revela que plantas y animales emiten una luz ultradébil ligada al metabolismo y al estrés. Los científicos utilizaron cámaras especiales para observar distintos tipos de organismos.
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Aunque imperceptible al ojo humano, la luz débil en organismos vivos está presente en bacterias, plantas, animales e incluso humanos. Este fenómeno, conocido como emisión de fotones ultradébiles (UPE), por sus siglas en inglés, ha sido observado por investigadores de la Universidad de Calgary, quienes confirmaron que desaparece tras la muerte.
La investigación, publicada en The Journal of Physical Chemistry, utilizó cámaras de alta sensibilidad en entornos completamente oscuros. En ratones vivos, la intensidad de luz fue claramente superior a la de los recién fallecidos, a pesar de estar todos mantenidos a una temperatura constante de 37 °C. Este contraste sugiere que la emisión de fotones en seres vivos podría estar directamente vinculada con su actividad biológica fundamental.

Contraste en las emisiones de UPE en cuatro ratones, vivos (arriba) y muertos (abajo). Foto: Journal of Physical Chemistry
Una luz entre la vida y la muerte
La luz emitida por los organismos no debe confundirse con la bioluminiscencia. Mientras esta última genera un brillo visible en especies como luciérnagas o ciertos peces abisales, la luz ultradébil en organismos vivos se manifiesta en longitudes de onda que van de los 200 a los 1,000 nanómetros, lo que la hace invisible al ojo humano.

Emisiones de UPE de cuatro hojas de árboles paraguas. Foto: Journal of Physical Chemistry
Para captar esta radiación tenue, los científicos emplearon cámaras con Dispositivo de Carga Acoplada (CCD) en ratones y un Multiplicador de Electrones CCD (EMCCD) en tejidos vegetales. Las imágenes capturadas revelaron diferencias significativas entre organismos vivos y muertos, lo que sugiere que este tipo de luz podría convertirse en una herramienta para monitorear la vitalidad celular. La intensidad de la luz parece seguir el ritmo de los procesos metabólicos. Donde hay vida, hay fotones, según el estudio.
Las plantas también emiten luz
Las plantas también emiten esta forma de luz, especialmente cuando están sometidas a condiciones de estrés. Los investigadores detectaron aumentos en la luz emitida por organismos vivos tras exponer tejidos vegetales a sustancias químicas, heridas físicas o variaciones bruscas de temperatura.
Durante estas pruebas, las zonas lesionadas de las plantas brillaron más intensamente. Esto ocurre porque el estrés activa una cascada de reacciones químicas que generan especies reactivas de oxígeno (ROS), compuestos que, al liberar energía, provocan estos destellos de luz celular. Estos eventos no solo indican daños, sino que podrían convertirse en un indicador temprano de alteraciones fisiológicas antes de que aparezcan los síntomas visibles.
Destellos de luz desde las células vivas
Cada célula viva funciona como un laboratorio químico en miniatura. En su actividad constante, produce fotones emitidos por células vivas, especialmente cuando enfrenta desequilibrios como el estrés celular. Al aumentar los niveles de ROS, los electrones alcanzan estados excitados, lo que da lugar a la UPE en seres vivos.
Este tipo de luz invisible se comporta como una especie de lenguaje biológico. Sus patrones podrían interpretarse como señales luminosas celulares, reflejando el estado funcional de los tejidos. La posibilidad de mapear estas emisiones representa un avance significativo en el estudio de la fisiología en tiempo real.
¿Cómo capturaron la luz?
Para detectar la luz invisible del cuerpo humano, los científicos deben crear entornos controlados y oscuros, donde los dispositivos puedan registrar niveles extremadamente bajos de luminosidad. La UPE es tan tenue que la luz de una vela, a su lado, parecería un faro. Sin embargo, su potencial diagnóstico es enorme.
La diferencia entre un tejido sano y uno dañado podría medirse por la intensidad de su luz. Esto abre la posibilidad de desarrollar herramientas de diagnóstico por luz celular, no invasivas y basadas en la UPE de seres vivos. Esta técnica permitiría detectar enfermedades incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas, convirtiendo cada célula en una fuente de información vital.




















