Telescopios captan el “fantasma” de una estrella gigante que explotó hace 11.000 años
Los restos de la supernova de Vela fueron captadas por los telescopios que componen el Observatorio Europeo Austral.
El Observatorio Austral Europeo (ESO) ha logrado captar en gran detalle el “fantasma” de una estrella gigantesca que estalló hace 11.000 años y de la que solo quedan tenues estructuras en tonos rosas y anaranjados.
Se trata del resto de supernova de Vela, también conocido como Vela XYZ. Esta se encuentra en dirección de la constelación austral del mismo nombre, pero su ubicación real está a unos 800 años luz. Aun así, es uno de los restos de supernova más cercanos a la Tierra.
La imagen muestra una vista espectacular de las nubes naranjas y rosadas que forman lo que queda después de que una estrella masiva explote en una supernova. Foto: ESO
El final de una estrella
La supernova es la fase final terminal en la que entra una estrella gigante cuando estalla en una explosión cuyas ondas de choque desplazan y comprimen los gases circundantes.
Esto da lugar a estructuras semejantes a una intrincada telaraña, cuyos filamentos resplandecen al ser calentadas las burbujas de gas por la energía liberada, explican los expertos del observatorio en un comunicado.
La parte del “fantasma” de la supernova de Vela que se aprecia en la imagen tiene el volumen de nueve lunas llenas, aunque la nube completa es todavía mayor.
En la fotografía se aprecian los filamentos formados por lo que eran las capas más externas de la estrella progenitora, mientras que el remanente de Vela propiamente dicho es una bola ultradensa en la que los protones y los electrones se unen formando neutrones.
Dicha estrella de neutrones es un púlsar —una estrella pulsante— que gira sobre su eje a una velocidad de más de diez veces por segundo y que queda fuera de la imagen difundida por el ESO, concretamente sobre el margen superior izquierdo.
Cada una de estas 12 imágenes muestran una parte diferente de la supernova Vela XYZ. Foto: ESO / VPHAS
La fotografía, con una resolución de 554 millones de píxeles, fue captada gracias al Very Large Telescope, un sistema de cuatro telescopios instalados en el emplazamiento de Paranal, en Chile.
Se trata de un mosaico de instantáneas tomadas por una cámara de amplio campo OmegaCAM, que puede capturar imágenes a través de varios filtros que dejan pasar luz de diferentes colores.
En este caso, se emplearon cuatro filtros diferentes, representados por una combinación de los colores magenta, azul, verde y rojo.