Llega a la Tierra una poderosa ola de radiación lanzada hace 1.900 millones de años
Los telescopios y satélites en el espacio detectaron esta ola de rayos X y rayos gamma procedentes de una galaxia lejana.
Un brillante y duradero pulso de radiación de alta energía alcanzó a la Tierra el domingo 9 de octubre. Astrónomos de todo el mundo están cautivados por este evento, que proviene de un estallido de rayos gamma (GRB), el tipo de explosión más poderoso del universo.
Esta ola de radiación en forma de rayos gamma y rayos X activó los detectores de la NASA en el espacio a bordo del Telescopio Fermi, el Observatorio Swift, el satélite Wind, entre otros.
La señal, denominada GRB 221009A, se originó en la dirección de la constelación de Sagitta y ha viajado aproximadamente 1.900 millones de años para llegar a nuestro sistema solar desde una galaxia lejana, según los análisis preliminares.
Resplandor de GRB 221009A una hora después de haberse detectado por primera vez. Foto: NASA / Swift / A. Beardmore
Origen de la explosión: ¿el nacimiento de un agujero negro?
Los astrónomos creen que el estallido fue producido por el nacimiento de un agujero negro que se formó en el núcleo de una estrella masiva que colapsaba por su propia gravedad.
En estas circunstancias, un agujero negro naciente impulsa poderosos chorros de partículas que viajan cerca de la velocidad de la luz. Los chorros atraviesan la estrella y emiten rayos X y rayos gamma a medida que avanzan hacia el espacio.
La luz de esta antigua explosión trae consigo nuevos conocimientos sobre el colapso estelar, el nacimiento de un agujero negro, el comportamiento y la interacción de la materia cerca de la velocidad de la luz, las condiciones en una galaxia distante y mucho más.
Observación privilegiada
El Telescopio de Gran Área (LAT) de Fermi detectó el estallido durante más de 10 horas. Una de las razones del brillo y la longevidad del estallido es que, para un GRB, se encuentra relativamente cerca de nosotros.
Puede que otro GRB tan brillante no vuelva a ser detectado en décadas.
“Este estallido está mucho más cerca que los GRB típicos, lo cual es emocionante porque nos permite detectar muchos detalles que de otro modo serían demasiado débiles para ver”, dijo Roberta Pillera, miembro de Fermi LAT Collaboration, quien dirigió las comunicaciones iniciales sobre el estallido y es estudiante de doctorado de la Universidad Politécnica de Bari, Italia.
“Pero también se encuentra entre los estallidos más enérgicos y luminosos jamás vistos, independientemente de la distancia, lo que lo hace doblemente emocionante”, acotó.
Desde las primeras detecciones, varios equipos están enfocando telescopios en tierra hacia la dirección de la fuente del estallido, por lo que pronto se obtendrá nueva información sobre este evento cósmico.
Con información de Europa Press