Diseñan dispositivo que opera 1 millón de veces más rápido que el cerebro humano
Este instrumento analógico se podría incorporar en computadoras o vehículos automáticos. Su cálculo es tan rápido que es “casi como teletrasportarse”, aseguran sus creadores.
Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachussetss (MIT), en EE. UU., han construido un nanodispositivo analógico que opera un millón de veces más veloz que el cerebro humano. También es más funcional que otros procesadores de versión digital.
Se espera que esta nanotecnología pueda utilizarse en inteligencias artificiales para así ahorrar tiempo, energía y dinero necesarios para su entrenamiento. Su aplicación también podría darse en computadoras, vehículos automáticos o para el análisis de imágenes médicas.
El invento ha sido descrito en un artículo publicado el pasado 28 de julio en la revista Science.
Según los investigadores, este dispositivo de “aprendizaje profundo analógico” es más rápido y eficiente que su homólogo digital, que está limitado por el tiempo y energía, y demora en transferir datos de un procesador a la memoria (y viceversa) para emitir sus cálculos.
Para construir el dispositivo, los científicos utilizaron un vidrio inorgánico de fosfosilicato (PSG), un material que sirve como conductor de protones en condiciones de humedad para pilas de combustible. Dicho material permite alcanzar velocidad de nanosegundos.
“Con esta idea clave y las potentes técnicas de nanofabricación que tenemos en el MIT, hemos podido unir estas piezas y demostrar que estos dispositivos son intrínsecamente muy rápidos y funcionan con voltajes razonables”, afirma en un comunicado Jesús A. del Álamo, principal autor del estudio y profesor en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática (EECS) del MIT.
“La velocidad ciertamente fue sorprendente. Normalmente, no aplicaríamos campos tan extremos en los dispositivos para no convertirlos en cenizas”, señaló Murat Onen, cocreador del dispositivo.
“Pero, en cambio, los protones terminaron viajando a velocidades inmensas a través de la pila de dispositivos [...]. Y este movimiento no daña nada, gracias al pequeño tamaño y poca masa de los protones. Es casi como teletransportarse”, añadió Onen.
“Una vez que tengas un procesador analógico, ya no estarás entrenando redes en las que todo el mundo está trabajando. Estarás entrenando redes con complejidades sin precedentes que nadie más puede permitirse y, por tanto, superando ampliamente a todos ellos. En otras palabras, no se trata de un coche más rápido, sino de una nave espacial”, concluyó.