Diseñan un platillo volador que contrarresta la gravedad y se recarga naturalmente
Este aparato tecnológico podría evadir mejor los terrenos accidentados de algunas superficies planetarias para conseguir una mejor exploración.
Tres investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están diseñando un rover con la forma de un curioso platillo capaz de flotar en superficies planetarias sin aire, como en el caso de la Luna o algún asteroide. Este dispositivo recibiría energía del campo eléctrico creado por la exposición solar directa en el cuerpo celeste ocupado y del plasma circulante en ausencia de una atmósfera.
Los modelos matemáticos probados para tal tecnología demuestran que la funcionabilidad del astromóvil no presenta dificultades. La nave se compondría de pequeñas boquillas propulsoras de iones, fuente alternativa para impulsar satélites en el espacio. Los resultados se encuentran publicados en la revista Journal of Spacecraft and Rockets.
A través de un experimento de laboratorio se afianzó una fuerza electrostática (interacciones eléctricas en reposo) para que levite un vehículo de 60 gramos, una versión en miniatura del objetivo final. Rayos de iones aumentarían su carga natural y contrarrestarían así los efectos de la gravedad.
El ingeniero aeroespacial Paulo Lozano, profesor del Departamento de Aeronáutica y Astronáutica en MIT, destacó que la levitación ofrece una ventaja significativa frente a las opciones de construir o accionar ruedas y piezas móviles.
Por ejemplo, si los científicos quieren explorar un asteroide, el hecho de enviar aparatos flotantes evitaría enfrentarnos a terrenos irregulares, de acceso intrincado. El costo de lanzamiento, por otro lado, al mandar equipos livianos disminuiría.
“Este tipo de diseño iónico utiliza muy poca energía para generar mucho voltaje (...). La energía necesaria es tan pequeña que podría hacer esto casi gratis”, explicó Lozano.
Oliver Jia-Richards, investigador de tecnología espacial de la NASA en el MIT, piensa en usar el platillo volador como en las misiones no tripuladas Hayabusa, ejecutadas por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA). El objetivo de los expertos era recoger muestras del asteroide tipo Apolo (25143) Itokawa. Lo lograron el 25 de noviembre de 2005 tras un segundo descenso al cuerpo rocoso.
Ilustración del encuentro entre la sonda Hayabusa y el asteroide Itokawa. Foto: AFP
“Esa nave espacial operó alrededor de un pequeño asteroide y desplegó pequeños rovers en su superficie. De manera similar, creemos que una misión futura podría enviar pequeñas sondas flotantes para explorar la superficie de la Luna y otros asteroides”, dijo Jia-Richards.
Aunque se requerirán más modelos, el análisis actual les da alas de éxito a los investigadores, quienes esperan subir al siguiente nivel: construir un rover de platillo volador a escala mayor.