Ciencia

La sincronía en los latidos del corazón revela el grado de atracción romántica

Según estudio de los Países Bajos, la sincronización en la transpiración de la piel y los pequeños gestos faciales también expresan el nivel de atracción en las personas.

Los científicos usaron sensores para medir las reacciones fisiológicas en una cita a ciegas. Foto: referencial / Son pareja
Los científicos usaron sensores para medir las reacciones fisiológicas en una cita a ciegas. Foto: referencial / Son pareja

Un grupo de investigadores de la Unidad de Psicología Cognitiva en la Universidad de Leiden (Países Bajos) realizó un experimento de citas a ciegas entre participantes heterosexuales y determinó que la atracción romántica está asociada a “señales internas invisibles”, como la sincronización de la frecuencia cardíaca o la variación en la actividad eléctrica de la piel.

“Aquí, medimos la dinámica fisiológica entre pares de participantes durante las interacciones de citas en la vida real fuera del laboratorio”, escribieron los autores del estudio, subido a la plataforma de Nature Human Behaviour.

Para recabar datos fisiológicos, precisamente, el equipo de especialistas colocó anteojos de seguimiento ocular con cámaras y dispositivos en los voluntarios. “Descubrimos que las señales abiertas como sonrisas, risas, miradas o la imitación de esas señales no se asociaron significativamente con la atracción”, explicaron.

Eliska Prochazkova, primera firmante del estudio, psicóloga de la Universidad de Leiden, expresó que su hipótesis es que siempre debe haber una manifestación física cuando se piensa en atracción romántica, signo de una “coreografía” oculta.

La ciencia empieza a comprender las razones de la atracción entre parejas. Foto: Nathan Dumlao / Unsplash

La ciencia empieza a comprender las razones de la atracción entre parejas. Foto: Nathan Dumlao / Unsplash

En el experimento, los participantes se sentaron unos en frente de otros con una barrera al medio que solo se abría al momento que debían verse. Luego, los involucrados calificaban cuán atraídos se sentían. El siguiente paso fue destapar de nuevo la barrera para que puedan conversar libremente durante dos minutos. Se les indicó en los siguientes segundos que siguieran con la rutina, pero esta vez sin dejar de mirarse. Mientras tanto, se monitoreaban sus reacciones corporales.

El patrón de sincronización también se detectó en la transpiración de la piel. Además, de acuerdo a la sugerencia del manuscrito, el imitar el movimiento de la otra persona solo representa un nivel superficial en los datos obtenidos. Por el contrario, las microexpresiones faciales en las citas a ciegas lograron transmitir una conexión más profunda.

“Dado que este es uno de los primeros estudios que intentó detectar la atracción mediante el seguimiento ocular y medidas fisiológicas de la vida real, recomendamos a los investigadores que reproduzcan nuestros hallazgos en un entorno de laboratorio aún más controlado, idealmente con una muestra más grande, antes de intentar usar estos medidas en el campo (...). Durante estos momentos, un estado mental conjunto potencialmente facilita la sensación de un ‘clic’ y atracción”, concluyeron los investigadores de los Países Bajos.