Ciencia

AstraZeneca: ¿cómo sabemos si un efecto adverso se da a causa de una vacuna?

Varios países de Europa dejaron de usar la vacuna de AstraZeneca por presuntamente estar relacionada a incidentes de coagulación sanguínea.

Los servicios de farmacovigilancia de cada país deben ser muy cuidadosos en averiguar si determinados síntomas adversos se deben a los efectos de una inmunización. Foto: AP / Virginia Mayo
Los servicios de farmacovigilancia de cada país deben ser muy cuidadosos en averiguar si determinados síntomas adversos se deben a los efectos de una inmunización. Foto: AP / Virginia Mayo

Este lunes 15 de marzo, países de diversas latitudes de Europa suspendieron el uso de la vacuna AstraZeneca por los casos de coágulos sanguíneos en personas inoculadas. Pese a esta acción conjunta, no está demostrado científicamente que esas reacciones adversas estén relacionadas con la inoculación para controlar la proliferación de la COVID-19.

Desde otro ángulo, Soumya Swaminathan, científica principal de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que van a hacer seguimiento al incidente; de igual forma, pidió “no entrar en pánico” y continuar el proceso de inmunización. Mientras tanto, Andrew Pollard, director del grupo de vacunas de la Universidad de Oxford, señaló que en el Reino Unido “no hay un aumento del fenómeno de los trombos”.

Juan José Carreras Martínez, responsable de Farmacovigilancia en el Área de Investigación en Vacunas de Fisabio, fundación biomédica sin fines de lucro, escribió un artículo en el medio The Conversation, explicando —en primer lugar— que hay que evitar el sensacionalismo en la información de las vacunas, porque puede remecer “a una población cansada de esta pandemia” y causar miedo.

Luego, el farmacéutico subrayó que una vacuna debe superar un proceso exigente de ensayos clínicos para ser aprobada. Pero allí no termina todo, pues es fundamental no descuidar la vigilancia continua de los resultados.

“El objetivo es detectar las reacciones adversas que se dan con una frecuencia menor y, por lo tanto, no han podido observarse en los ensayos clínicos previos”, agregó Carreras.

Según Carreras Martínez, los problemas de salud que ocurran posvacuna COVID-19 no necesariamente son ocasionados por la misma. Hay problemas médicos que aparecen, coincidentemente, en un mismo periodo de tiempo que la inmunización, lo que ocasiona desasosiego en las personas inoculadas con la primera o segunda dosis.

Por lo tanto, no pueden sacarse conclusiones a la ligera, sino sobre la base de estudios.

Hay que pensar también en las personas con riesgos de padecer enfermedades, ya que en ellas se pueden generar ciertas reacciones desfavorables, “sin que eso signifique que se deban a la vacuna”, expresó.

Asimismo, el experto de Fisabio detalló qué tipo de documentaciones ayudan a realizar un análisis completo de la asociación vacuna/efectos secundarios:

  • Tiempo transcurrido entre la administración de la vacuna y la aparición de síntomas adversos
  • Antecedentes médicos
  • Pruebas de laboratorio
  • Evolución del paciente.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA), mediante Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia (PRAC), se encuentra examinando casos de males tromboembólicos u otras especies de coágulos de sangre surgidos tras la vacunación con las dosis de AstraZeneca.

“El PRAC recoge que los beneficios de la vacuna continúan superando sus riesgos y puede continuar administrándose mientras”, acotó Carreras.

Hasta el 10 de marzo, comentó el farmacéutico, había 30 casos de personas que reportaron síntomas tromboembólicos “entre cerca de cinco millones de personas vacunadas con la vacuna de AstraZeneca en la Unión Europea”.

Sin embargo, esta cifra estaría alejada de la sorpresa, puesto que no ha logrado rebasar las estadísticas normales por año.

“Solo de tromboembolismo pulmonar se estima una incidencia anual de entre 70 y 113 casos por cada 100.000 personas de cualquier edad en la población general”, aclaró el experto en The Conversation.