Excesiva caza humana determinó la extinción de los mamuts, sostiene estudio
Investigadores simularon poblaciones de mamuts lanudos y descubrieron que los humanos impidieron que vivan 4.000 años más.
Los mamuts lanudos (Mammuthus primigenius) eran una especie de grandes proporciones: su pelo llegaba a medir hasta 90 cm de largo, pesaban hasta seis toneladas y sus colmillos alcanzaban los 4,2 metros de longitud. A través de investigaciones pasadas, se había sugerido que el cambio climático los llevó a la extinción; sin embargo, ahora se plantea una variable en tal información.
Un equipo internacional de investigadores realizó 90.000 simulaciones por computadora y concluyó que esos animales no solo sufrieron por los cambios de temperatura de hace 15.000 años, sino también por la excesiva caza humana.
Los detalles de este trabajo computacional se encuentran en la plataforma de preimpresión bioRxiv.
“Nuestros resultados revelan que el papel de los seres humanos en la dinámica de extinción del mamut lanudo fue largo y crónico, y no se limitó a una muerte excesiva del Holoceno (período de tiempo geológico que empezó 11.700 años atrás)”, apuntan los firmantes del artículo aún no revisado por pares.
En Nature Communications se había publicado otro documento científico de la Sociedad Max Planck, el 16 de febrero, que contradice las actuales afirmaciones: remarcaban que el cambio climático guardaba relación con la desaparición de los mamuts lanudos y no la actividad del homo sapiens. Otras indagaciones explicaron que solo los humanos fueron los responsables o quizás una suma de ambos eventos.
Al agregar datos estadísticos para solucionar este debate, los expertos establecieron un escenario de estos parientes de elefantes que vivieron en un lapso comprendido entre 21.000 años y 4.000 años. Precisamente, en esta etapa final se extinguió el último ejemplar de ese animal. Además, los humanos impidieron que permanezcan en la Tierra aproximadamente 4.000 años adicionales.
Observaron que el cambio climático arrastró a los mamuts a entornos reducidos, donde se volvieron vulnerables ante la necesidad de alimentación de los cazadores.
“Nuestras simulaciones también señalan refugios árticos continentales donde los mamuts probablemente persistieron, hasta mediados del Holoceno. unos 5.000 años más de lo que se pensaba”, resumieron.