La NASA descubre el agujero negro más buscado del universo
Este esquivo cuerpo cósmico, considerado un “eslabón perdido” de la evolución del universo, fue hallado en actividad cuando devoraba una estrella.
Un equipo de astrónomos que ha utilizado el telescopio Hubble de la NASA y la ESA acaba de obtener la mayor evidencia hasta la fecha de un agujero negro de “masa intermedia”, una clase de objeto que podría explicar grandes misterios del universo, como la evolución de las galaxias.
Este agujero negro tiene unas 50 000 veces la masa de nuestro sol, lo que lo vuelve mucho más ‘pesado’ que los agujeros negros estelares (formados a partir del colapso de estrellas masivas), pero más pequeño que los agujeros negros supermasivos, ubicados en los centros de las galaxias, con masas de millones a miles de millones de veces la del Sol.
Observaciones previas habían ubicado candidatos a agujeros negros de masa intermedia (IMBH, por su sigla en inglés), pero la señal que obtuvieron de este último fue inmejorable: se encontraba devorando una estrella que pasó demasiado cerca y sucumbió ante la intensa atracción gravitatoria del objeto.
La primera pista de este evento fue detectada en 2006, cuando los telescopios de la NASA y la ESA captaron una potente llamarada de rayos X. En ese entonces, los investigadores lo atribuyeron a una estrella que fue desgarrada después de aproximarse a un objeto muy compacto.
El astrónomo Dancheng Lin y su equipo, que publican su hallazgo este 31 de marzo en ‘The Astrophysical Journal Letters’, apuntaron con el Hubble a aquella fuente de rayos X para determinar su ubicación precisa. Las imágenes de alta resolución permitieron vislumbrar que aquel ‘homicidio cósmico’ ocurrió en un denso cúmulo de estrellas, en las afueras de una galaxia lejana.
El agujero negro se indica en el círculo blanco, en las afueras de una galaxia. Crédito: NASA.
La forma de la luz y el resplandor de rayos X de la estrella destrozada también permitieron a los astrónomos confirmar que se trata de un agujero negro de 50 000 masas solares.
"Esto (el método de detección) es mucho más confiable que usar solo la luminosidad de los rayos X, como se hacía antes para detectar candidatos a IMBH", escribe Lin.
¿Por qué estos agujeros negros son tan buscados?
Los astrónomos esperaban encontrar agujeros negros de masa intermedia para explicar cómo se formaron los agujeros negros supermasivos, cuya masa es tanta que no es posible que hayan acumulado suficiente materia desde que se formaron, ni siquiera en los 13 800 millones de años que tiene el universo.
Por ello, se cree que estos ‘monstruos’ de los centros galácticos se originaron mediante la fusión con agujeros negros de masa intermedia a lo largo de su vida. De esa manera, se resuelve un misterio clave sobre la evolución de las grandes galaxias, incluida la nuestra.
Los astrónomos vieron cómo los agujeros negros pasaron de la inactividad a un estado 'devorador'. Imagen: agujero negro alimentándose en el centro de una galaxia / referencial.
El origen del nuevo agujero negro
Como investigaciones anteriores demostraron que la masa de un agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia es proporcional a la masa de todo el núcleo galáctico, el equipo de Lin cree que el cúmulo estelar donde hallaron a este objeto, nombrado 3XMM J215022.4−055108, puede ser el núcleo despojado de una galaxia enana que ha sido desintegrada por la gravedad de la galaxia más grande.
De confirmarse, estaríamos ante un ejemplo de agujero negro de masa intermedia que ‘dominó’ su propia galaxia, como se piensa que pasaba con todos los demás agujeros negros en el universo temprano, antes de convertirse en supermasivos.