Liu Kang es el personaje principal de la sanguinaria saga de peleas Mortal Kombat. Se trata del monje Shaolin con un estilo de corte más occidentalizado y con un diseño inspirado en Bruce Lee. El luchador goza de gran popularidad entre la comunidad gamer debido a sus increíbles habilidades de lucha, pero pocos saben que, a pesar de ser uno de los mejores guerreros del Reino de la Tierra, fue convertido en zombie por sus enemigos. En esta nota te contamos cómo se desencadenó el trágico suceso que terminó con su vida.
En la serie, Liu Kang se muestra como el héroe principal y logra ser campeón después del primer torneo de Mortal Kombat. Así, recibe las enseñanzas de la Sociedad del Loto Blanco del Shaolin y derrota al hechicero Shang Tsung para devolver el torneo a sus dueños y camaradas.
Al volver a casa, encontró a sus compañeros Shaolin asesinados a manos de una horda Tarkata, por lo que enfurece y decide viajar al Outworld, apoyado por su hermano espiritual Kung Lao, el Dios del Trueno Raiden, el hermano menor de Sub-Zero, Johnny Cage, Jax y Smoke en búsqueda de su venganza.
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Una vez en el torneo, Liu Kang se impuso ante Shao Kahn. Sin embargo, el emperador, cuando se acercaba a su derrota, ordenó a sus fuerzas que destruyan a los combatientes de la Tierra, por lo que los héroes tuvieron que volver a casa para prepararse para la invasión.
Así, tanto Liu Kang como Kung Lao entrenaron a una nueva generación de guerreros Shaolin, hasta que fueron interrumpidos por la guerra. Días después, el compañero del héroe fue a pelear contra Shao Kahn y quedó al borde de la muerte. De ese modo, en búsqueda de la justicia, Liu Kang vuelve a enfrentar al tirano, lo derrota y consigue que sus fuerzas se retiren al Outworld.
No obstante, la paz no duró mucho, ya que Shinnok escapó del Netherrealm a Edenia. Con ello, Liu Kang al enterarse de que su amada Kitana había sido capturada, fue en su socorro, pero fracasó en el intento. Tuvo que regresar a la Tierra para reunir a los guerreros que lo apoyarían en el rescate y de paso asistir a Raiden.
Finalmente, Liu venció al dios antiguo y cesó el ataque contra la Tierra. Para su suerte, la princesa apareció en un portal y le agradeció al shaolin por su apoyo e incluso le solicitó que se una a ella en el trono, pero tuvo que desistir por sus responsabilidades como Campeón de Mortal Kombat.
Años después, mientras Liu Kang disfrutaba de una época de paz, la Alianza Mortal lo asesinó en un descuido. Shang Tsung se hizo pasar como Kung Lao y atacó al Campeón después de que este reciba un ataque sorpresa de Quan Chi. El hechicero le rompió el cuello y luego consumió su alma. Así, el cuerpo mutilado fue sepultado en una capilla en la Academia Wu Shi para honrar su memoria.
Sin embargo, no todo quedó ahí. Tras la culminación de Mortal Kombat: Deception, Raiden derrotó a Shang Tsung y Quan Chi, por lo que las miles de almas que consumió el hechicero fueron liberadas, incluyendo la de Liu Kang. El ‘dios del trueno’ reanimó el cuerpo del shaolin y lo envió en una masacre que terminó con las vidas de sus camaradas del templo.
El alma de Liu se quedó en el Outworld para dar apoyo en la guerra contra Onaga y cuando descubrió que su cuerpo fue ‘zombieficado’ quedó triste por todo lo que pasó. Así, aunque no era responsable, no podía dejar de sentirse culpable. Tras ello, se asoció con Ermac para salvar a sus amigos de Onaga y para detener a su versión física.
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En Mortal Kombat: Armageddon, los jugadores derrotan a Blaze y el cuerpo y alma de Liu Kang se juntan de nuevo. Por esa razón y ya con el poder de un Dios, se enfrenta al corrompido Raiden para derrotarlo y convertirse en el nuevo protector del Earthrealm.
Raiden, mejor conocido como el ‘Dios del Trueno’, es uno de los personajes más emblemáticos y relevantes de la saga de Mortal Kombat. El combatiente es el antiguo protector de Earthrealm y, debido a sus impresionantes poderes eléctricos, es el favorito de miles de jugadores a la hora de pelear en la arena. En esta nota te contamos una porción de su participación en la serie sanguinaria y el origen de su frase icónica que incluso es utilizada en memes.
En Mortal Kombat 11, se aprecia a Shinnok derrotado y completamente inmovilizado. En eso Raiden procede a torturarlo al electrocutarlo en reiteradas ocasiones. No obstante, el villano se burla del ‘Dios del trueno’ asegurando que sus esfuerzos serán en vano, ya que al ser un Dios Antiguo este no podrá morir fácilmente.
Pese a ello, Raiden le da la razón y le responde diciendo “hay destinos peores que la muerte”, en referencia a que no necesita acabar con su vida para hacerlo sufrir. Por ello, procede a decapitarlo y asegura que entregará su cabeza a Liu Kang y a los esbirros del infierno como una muestra de advertencia al resto: un emblema de su ira.