Todo pudo ser diferente. Si alguna vez te preguntaste qué fue lo que le hizo a Microsoft decidirse por entrar al mercado de videojuegos, seguramente te haya resultado curioso que lo hicieron justo en el momento en que se retiraba otro grande: SEGA. Pero, ¿qué tienen que ver estos dos eventos entre sí? Aquí te contaremos qué tenía en mente Bill Gates para enfrentar a Sony en los años más exitosos de la PlayStation.
Como seguramente ya leíste en el título, Microsoft intentó comprar SEGA en quizá el peor momento de su historia corporativa. Fue un episodio donde la industria de las consolas de videojuegos cambió completamente y se configuró como la conocemos hoy en día.
Ya te hemos hablado con anterioridad de lo difíciles que fueron para SEGA los últimos años de la década de los 90. No solo enfrentaron las consecuencias de sus malas decisiones, sino que al frente tenían quizá al competidor más feroz jamás visto en la industria, Sony, que acababa de lanzar su afamada PlayStation.
Para mediados de 1998, SEGA ya estaba decidida a descontinuar su más reciente consola para esa época, la Sega Saturn, que tan solo había estado en el mercado por cuatro años. La empresa japonesa tenía un as bajo la manga, y se llamaba la Dreamcast.
Fue aquí donde se dio el primer acercamiento significativo de Microsoft a la industria. SEGA estaba apostando todo para su nueva consola. La Dreamcast tenía que ser la plataforma que los hiciera resurgir como el ave fénix y, por supuesto, tenía que ser muy superior a lo que Sony ofrecía en el momento (PS1) y lo que ofrecería más adelante (PS2).
La relación corporativa que unió a Microsoft y SEGA en ese momento fue la Dreamcast, tal como lo recordó un ex ejecutivo de la empresa hace unos años en una entrevista a IGN: “Pudimos hacer un acuerdo con ellos para licenciarles Windows CE, el hermano menor de Windows, el cual terminó corriendo en su sistema (la Dreamcast)”.
Windows CE no fue la única innovación que la Dreamcast trajo consigo en pleno 1998 (momento en el que el juego en línea todavía era algo lejano y de nicho), pero sí fue un gran acierto para entonces, ya que todas las consolas modernas que llegarían décadas después adoptarían un estándar similar con sistemas operativos y arquitecturas muy cercanas a las de una PC.
La Dreamcast fue todo un éxito en Japón y, por algunas semanas, logró posicionarse en los récords de ventas. Muy pronto llegaría a Estados Unidos (1999), pero los problemas no tardaron en aparecer. El defectuoso sistema antipiratería de la consola desanimó a muchos desarrolladores a hacer juegos para ella, y las noticias de que la PS2 por fin incluiría un lector de DVD fueron mermando su impacto poco a poco.
Fue en estos momentos, y tras haberlo pensado por mucho, que Bill Gates intentó comprar SEGA, aunque finalmente desistió por una simple razón. Así lo contó Joachim Kempin, exejecutivo de Microsoft a IGN:
“Había tres compañías fuertes en ese momento, creo que Sony, SEGA y Nintendo. Siempre hubo rumores de que quizá compraríamos SEGA, pero nunca se materializó”, afirmó. “Fuimos, aún así, capaces de licenciarles Windows CE para que corra en su plataforma”.
“Para Bill (Gates), SEGA simplemente no era suficiente. Él no creía que ellos tuvieran la suficiente musculatura para detener a Sony eventualmente. Así que decidimos hacer nuestro propio asunto: Xbox”, agrega.
La Xbox que Microsoft lanzó en 2001 llegó a vender un total de 24 millones de unidades, a diferencia de los 10 millones de Dreamcast que logró vender SEGA (aunque solo estuvo cuatro años en el mercado).
“Sí hubo ciertas conversaciones (con SEGA)”, acotó Kempin, “pero nunca se materializaron, porque ellos eran un ave muy diferente. Siempre era Sony y Nintendo, y Nintendo tenía para entonces algunos problemas financieros. Así que Sony vino con su PlayStation y lograron éxito, mientras que todos los demás quedaron muy atrás”.
Si deseas saber más sobre cómo Microsoft se decidió por entrar al mundo de los videojuegos con la Xbox, no puedes perderte esta particular anécdota sobre cómo Bill Gates no estaba de acuerdo con la idea en sus inicios.